Palacio del duque de Alba

Actuales oficinas

La antigua casa del duque de Alba, que dio nombre a la calle donde se debió construir a finales del siglo XVI, ocupaba una gran extensión de la manzana 14 y estaba formada por la casa principal y otros edificios secundarios sin unidad arquitectónica ni características monumentales.

A mediados del siglo XIX el conjunto se encontraba en mal estado, por eso, el duque de Berwick y Alba al pedir la licencia al Ayuntamiento, en 1861, ya había iniciado una profunda remodelación interior y sólo faltaba la parte exterior de la casa principal.

Alejandro Sureda fue el encargado del proyecto: unificó la fachada principal que adquirió entonces un carácter clasicista, con disposición rítmica y simétrica de balcones, decorados con guardapolvos y frontones curvos y doble portada a ambos lados del centro de la composición, que estaba presidida por el escudo de la familia.

El plan original era más extenso, ya que incluía edificaciones por la calles de los Estudios y Juanelo.

Hoy el palacio se ha sido convertido en distintas oficinas y ha perdido la unidad de la planta baja por las modificaciones introducidas.