CaixaForum-Madrid. Sede Cultural de la Fundación La Caixa
Fichas tomo 1
Alameda (Calle), 3 y 5
Gobernador (Calle), 24 y 26
Almadén (Calle), 23 y 25
Cenicero (Paseo), 5
Antigua Central Eléctrica del Mediodía
Reforma : Modesto López Otero : 1916 (P) 1916 (Co).
Rehabilitación : Sebastián Mateu Bausells y Gilbert Barbany Fontdevila (M&B Arquitectos): 1989 (1º P) 1996 (2º P).
Remodelación y ampliación: Jacques Herzog , Pierre de Meuron : 2003 (P) 2008 (Fo).
Jardín vertical: Patrick Blanc (botánico): 2008 (Fo).
Hernández, José María (1899-1900)
López Otero, Modesto (1916)
Meuron, Pierre de (2003-2003)
Barbany Fontdevila, Gilbert (1990-1996)
Herzog, Jacques (2003-2003)
Mateu Bausells, Sebastián (1990-1996)
Blanc, Patrick (2007-2008)
La Central Eléctrica del Mediodía era una construcción de ladrillo de gran sencillez de líneas, que jugaba con la composición de los vanos y ciertos detalles ornamentales también en ladrillo, típicos de la arquitectura neomudéjar madrileña de finales del siglo XIX.
Fue promovida por José Batllé y construida por Jesús Carrasco-Muñoz.
Una de las naves fue reformada por Modesto López Otero, reforzando la estructura para albergar una nueva batería de acumuladores.
Comprendía dos grandes naves paralelas con dos plantas y cubierta a dos aguas, con dos entradas gemelas por la calle Almadén y una zona trasera dedicada a patio.
Fue una de las escasas muestras de arquitectura industrial conservada en el casco histórico.
Fue adquirido por la Fundación "la Caixa" con el fin de instalar en él su sede cultural, CaixaForum, encargándole el proyecto de remodelación y adaptación al prestigioso estudio de arquitectura suizo Herzog & de Meuron, premio Pritzker de Arquitectura 2001.
La reforma restaura artesanalmente la fachada de ladrillo y quintuplica la superficie del inmueble existente, hasta alcanzar 10.000 m2, mediante una volumetría añadida de escultórica plasticidad que busca su relación con el paisaje urbano circundante, más una superficie excavada destinada a auditorio.
La eliminación del zócalo de granito de la construcción original hace levitar al edificio sobre una nueva plaza pública resultante de la demolición de una estación de servicio hacia el Paseo del Prado, cuya medianería se cubre de vegetación con la creación de un jardín vertical de 24 metros de altura compuesto por 250 especies diferentes, e inserta esta antigua construcción industrial en el Paseo del Arte madrileño.