Palacete y edificio de viviendas de Dª Elisa Taberner

Se trata de dos edificios con diferente contenido y programa que se realizan a la vez, sobre solares contiguos, por el mismo arquitecto y para la misma propietaria, Dª Elisa Taberner y Olazábal.

El de la esquina fue destinado a casa particular de la dueña y su familia, distribuyéndose, "con arreglo a las necesidades de la misma", en tres niveles más semisótano.

El acceso se produce por la calle de Alfonso XII a través de un portal, que comunica al frente con un patio central de luces y paso a la cochera, a la izquierda con cuadras y habitaciones de servicio, con su propio núcleo de comunicación vertical y patio lateral, y a la derecha con la portería y, tras subir una escalinata, con diversas habitaciones nobles, como el despacho.

En directa relación con este sector se encuentra la escalera principal de mármol y de tres tramos, en cuyo desembarco se hallaba un recibimiento o ensanche del pasillo que giraba a la izquierda, a lo largo del cual se disponían los restantes cuartos de los propietarios, dormitorios, tocador, comedor, otro despacho, en una crujía en L con ventanas a la vía pública, a excepción del salón y el oratorio que tenían luces al patio central.

En el piso principal se ubicaba también la cocina, el cuarto de plancha y otras habitaciones de servicio, uso éste que se repetía en el superior.

El segundo edificio de Dª Elisa Taberner se dedicaba a renta y estaba constituido por seis niveles con dos viviendas en cada uno, comunicados por una única escalera de madera y de tres tramos.

La planta se organizaba en seis crujías paralelas a fachada o calle Juan de Mena y seis patios, dos centrales y cuatro laterales, unidos con dos corredores transversales que se ensanchaban, como en el palacete, para formar los recibimientos.

Exteriormente no tienen los dos edificios más en común que el basamento, subdividido en un zócalo de piedra berroqueña, sobre el que se dispone el cerramiento del piso bajo, fábrica revocada, simulando un almohadillado.

Encima los paramentos son de ladrillo, dejando los abultados necesarios para los corridos de repisas, ménsulas, jambas, dinteles y cornisas de cemento.

Contrasta el tardío estilo Segundo Imperio francés de la residencia particular, de historiados miradores, guarniciones y mansardas, con el ecléctico de la casa de renta, de característicos cuerpos acristalados en los extremos y balcones agrupando huecos de dos en dos.