Casón del Palacio del Buen Retiro
Fichas tomo 1
Actual Museo Nacional del Prado.
Edificio Casón del Buen Retiro.
Acondicionamiento : José del Olmo : 1701 (s.i.).
Nueva fachada a Alfonso XII : Agustín Felipe Peró , Manuel Antonio Capo : 1877 (s.i.) : Mariano Carderera Ponzán : 1877-1883 (P y O).
Nueva fachada a Felipe IV : Ricardo Velázquez Bosco : 1887 (P) 1887-1891 (O).
Reforma : José Luis García Fernández , Ángeles Hernández-Rubio Muñoyerro : 1971 (P).
Reforma y ampliación : Jaime Tarruell Vázquez : 1996 (P) 1997-2007 (O) y Manuel Martín-Rabadán Caballero: 1997-2007.
Capo, Manuel Antonio (1877)
Carderera Ponzán, Mariano (1877-1883)
Velázquez Bosco, Ricardo (1887-1891)
Hernández-Rubio Muñoyerro, Ángeles (1971)
Carbonel, Alonso (1637)
Olmo, José del (1701)
García Fernández, José Luis (1971)
Tarruell Vázquez, Jaime (1996-2007)
Martín-Rabadán Caballero, Manuel (1997-2007)
En la ficha del Salón de Reinos se dejó constancia del desarrollo de las obras del Buen Retiro, una de las empresas arquitectónicas más ambiciosas del segundo cuarto del siglo XVII europeo.
El Casón o Salón de Baile es el único volumen que permanece del antiguo Palacio de ese Real Sitio, junto con el referido edificio de Reinos, el cual fue ejecutado en 1637, cuatro años después de éste y del Patio de Fiestas u Oficios, a cuyo ala oriental acometía perpendicularmente.
El proyecto se debe a Alonso Carbonel, quien lo vio concluido exteriormente como demuestra el Plano de Texeira de 1656, pero al parecer no interiormente, pues fue su sucesor en la maestría mayor, José del Olmo, el encargado de acabarlo, junto con la capilla palatina, según él mismo manifestó.
El volumen estaba constituido por tres niveles, situándose en el principal el Salón que le da nombre, de planta rectangular y flanqueado por otras dos estancias menores, pero de igual fondo.
Aquel tenía doble altura y estaba recorrido por una balconada de hierro para los espectadores y cubierto por una bóveda de cañón con lunetos, pintada al fresco por Lucas Jordán hacia 1696 con la "Apoteosis de la Monarquía Española", que se conserva.
Sus alzados, hoy completamente remodelados, se distinguían por su elegante composición, con frontones coronando los vanos de los primeros pisos y una columnata en el inferior.
Los diferentes destinos que recibió el Casón durante el siglo XIX irían modificando su aspecto, máxime tras su incautación en 1868 por el Estado, pues fue estamento de próceres, gabinete topográfico, picadero, gimnasio del príncipe Alfonso y posteriormente, hasta 1961, el Museo de Reproducciones Artísticas, quedando entonces sin uso, para diez años después convertirse en anexo del Museo del Prado para acoger la colección de pintura española decimonónica.
El origen de su fachada principal, a poniente o calle de Felipe IV, se debe al ciclón de 1886 que arrasó la primitiva, propiciando el encargo a Velázquez Bosco de levantar otra nueva, la cual ejecutó con una calidad innegable en su sentido clasicista.
En 1996, el arquitecto Jaime Tarruell proyectó distintas obras de consolidación, reforma y ampliación del Casón, que permitieron su reapertura en 2009 como Centro de Estudios del Museo del Prado, aumentado su número de niveles hasta seis y su capacidad para acoger los departamentos de investigación y formación de expertos, estos es, conservación, documentación, archivo y biblioteca, ésta reubicada en la antigua sala de baile.
AA. VV: El palacio del Buen Retiro y el nuevo Museo del Prado, Museo Nacional del Prado, Madrid, 2000
BLASCO, Carmen: El Palacio del Buen Retiro de Madrid. Un proyecto hacia el pasado, Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, Madrid, 2001BROWN, Jonathan y ELLIOTT, John H: Un palacio para el rey. El Buen Retiro y la corte de Felipe IV, Alianza, Madrid, 1981-1985GUILLÉN ROBLES, Francisco: Casón del Buen Retiro, Madrid, 1932PITA ANDRADE, José Manuel: Los palacios del Buen Retiro en época de los Austrias, Madrid, 1970,CHAVES MONTOYA, María Teresa: El Buen Retiro y el Conde-Duque de Olivares, Anuario del Departamento de Historia y Teoría del Arte. Madrid: Universidad Autónoma, 1992, vol. 4, pp. 217-230