Fundación Carlos de Amberes. Real Diputación de San Andrés de los Flamencos

El proyecto del conjunto fue realizado por los hermanos Agustín y Manuel Ortiz de Villajos, gratuitamente, al parecer, por su fin benéfico, pues respondía a la fundación que en 1594 había efectuado Carlos de Amberes, para que a su fallecimiento, y sobre las casas de su morada en la calle de San Marcos, se levantara una hospedería, hospital de pobres y peregrinos de las diecisiete provincias de los Países Bajos, así como una capilla bajo la advocación de San Andrés de los Flamencos.

Aceptado el patronato por Felipe III en 1609, para sí y sus sucesores, los primeros estatutos del Hospital fueron aprobados cuatro años después por sus diputados, recibiendo desde entonces gran ayuda material de los flamencos residentes en la Corte.

En 1621 comenzó a ejecutarse la iglesia aneja con trazas de Juan Gómez de Mora, la cual se derrumbó en 1848, precipitando la ruina de todo el Hospital, que ya se hallaba en franca decadencia.

Hasta 1876 no pudo comprar la Real Diputación los terrenos situados en el Ensanche para reconstruir su establecimiento asistencial, con los productos obtenidos de la venta de casi todos sus bienes, a la par que elegía el proyecto de los Ortiz de Villajos entre los examinados.

Así, sobre un solar rectangular y medianero se sitúa la edificación, con un programa similar a la desaparecida y estructurada según un eje central de simetría que coincide con el de la Iglesia, quedando a derecha e izquierda sendos pabellones de dos alturas destinados, respectivamente, a hospedería, hospital y sala de juntas y el otro para archivo y viviendas, una para el capellán, y al fondo un jardín.

El templo es de cruz latina, de una sola nave abovedada, en cuyos extremos se ubican: la tribuna o coro alto a los pies y la sacristía, tras el antiguo altar mayor, al cual adorna una joya pictórica "La crucifixión de San Andrés" de Rubens, fechada hacia 1638 y legada por Jan van Vucht .

Cuenta con crucero sobre el que se levanta una pequeña cúpula tabicada, por donde recibe la luz natural, aunque también lo hace por los rosetones laterales y el triple hueco del coro alto que se abre en fachada.

El alzado exterior es un magnífico ejemplo del eclecticismo de Agustín Ortiz de Villajos, en el que se observan algunos de sus elementos más característicos, como la quebrada cornisa, con alternancia de líneas triangulares y horizontales, los huecos triples centrales, las decoraciones bizantinas, etc.

Tras el cambio de actividades de la Fundación, ahora con el fin de difundir la imagen de los Países Bajos en España, el edificio ha sido rehabilitado en 1992, destinándose sus salas, incluida la capilla privada de culto, a exposiciones y certámenes culturales.