ARQUITECTURA DE MADRID

Casa-palacio del vizconde de Escoriaza

Fichas tomo 2

Posición en mapa
Fecha
1918
Resumen histórico arquitectonico

: Enrique Pfitz López : 1918 (P) 1919-1922 (O).

Protección
No
Autores
Descripción formal

La apertura de la Gran Vía, a partir de 1910, provocaría el derribo de algunos edificios singulares que estorbaban a su trazado, como el antiguo Hotel de Roma, sito en la calle del Caballero de Gracia y propiedad de la duquesa de Sevillano.

Levantado en el último cuarto del siglo XIX, en estilo neobarroco francés o Segundo Imperio, su elegante fachada, profusamente decorada, llamaría la atención de D.

Nicolás de Escoriaza Fabró, 1º Vizconde de Escoriaza, quien decidió adquirirla y desmontarla sillar a sillar, para trasladarla y reconstruirla como frente principal de su proyectada casa-palacio en el Ensanche de Salamanca.

Aunque se realizaron algunas variaciones durante su ejecución, el alzado coincide, casi exactamente, con el primitivo, dividido en tres cuerpos, uno amplio central y dos laterales, a modo de torreones avanzados.

Cuenta con nivel semisótano, bajo, primero, principal y segundo, destacando el penúltimo por su balconada corrida de forja, sobre ménsulas historiadas, las semicolumnas corintias que flanquean los huecos y los frontones curvos y rectos que, alternadamente, rematan a éstos.

Aunque en el proyecto la cubierta se solucionaba con mansardas de pizarra, no debieron ser ejecutadas, pues corona la fachada un antepecho ornamentado con grupos escultóricos en las esquinas de las torres y un exuberante escudo de armas en el eje central de la composición.

Al interior, Pfitz respetó el lenguaje afrancesado, tanto en la geometría de algunas piezas y elementos, el cuerpo semicircular posterior que se abre al jardín, las escaleras o chimeneas, como en su decoración.

Es muy interesante la organización de la planta, con una sola vivienda en el piso bajo y primero y dúplex en el segundo y tercero, éste con un gran hall de doble altura columnado y una rigurosa separación entre espacios servidos y sirvientes, hasta el punto de precisar un montacargas interior, para conectar la cocina y el comedor.

El acceso se produce desde la plaza por un soportal cubierto, al modo de otros palacetes de la zona, situándose a la izquierda la escalera principal y de servicio, a la derecha la escalinata de ingreso a la vivienda inferior y al fondo el jardín, en parte del cual proyectaría en 1919, el mismo Pfitz, el pabellón de cocheras, de dos niveles y tardío estilo neomudéjar.