Viviendas para D. Antonio Garay. Casa de las Abejas

Sobre una gran parcela del Paseo de Ronda, Zuazo realiza uno de sus primeros edificios, siete años después de obtener su titulación, para D.

Antonio Garay Vitorica, con quien ya había trabajado dirigiendo algunas obras proyectadas por el arquitecto Manuel Mª Smith e Ibarra en Bilbao y en su palacete de la calle Almagro de Madrid.

Zuazo plantea este edificio de viviendas de renta para la clase media aislado con cuatro fachadas, dejando un callejón intermedio a la medianería y un gran patio a la parte posterior, con el fin de lograr una ventilación directa perimetral.

Tiene planta rectangular y simétrica, según un eje central, a lo largo del cual, y en el piso inferior, se sucede el acceso, portal, núcleo de comunicación vertical, con escalera y ascensor ocupando su ojo, y dos pequeños patios a izquierda y derecha.

El resto de su superficie lo ocupan cuatro viviendas, cuyo número se repite en los seis niveles superiores, con luces, dos hacia Doctor Esquerdo y dos hacia el patio posterior, y con una disposición de habitaciones similar en uno y otro caso, teniendo todas en común un hall o un pasillo interior como distribuidor.

Al exterior el edificio se distingue por su homogeneidad, eludiendo el esquema jerárquico tradicional, y también por sus características regionalistas, con referencias al Neorrenacimiento Español, como en el ático de ladrillo visto, resuelto con una arquería de medio punto que armoniza con el basamento del mismo material y a su vez contrasta con el revoco del resto de los paramentos, o de raíces nórdicas o vascas, como en el alero de madera que lo cobija, donde demuestra su deuda con la arquitectura de Smith e Ibarra.

Sin embargo, el cuerpo central supone un tímido avance hacia el Racionalismo, creando cuatro hileras de miradores verticales exentos de decoración, en los que además se observan sus conocimientos sobre el clasicismo premoderno y, concretamente, de la Escuela de Chicago y la obra de Adler y Sullivan.

Como cierre del callejón medianero se proyectó un curioso pabellón de un solo nivel, hoy ocupado por el local comercial La Moderna Apicultura, al que debe este edificio de viviendas su denominación popular.