Colonia Iturbe-1

Primera promoción de La Propiedad Cooperativa, sociedad formada en 1912, que alcanzaría los 400 asociados y dirigía D.

Gregorio Iturbe, quien acabó dando nombre a las sucesivas colonias, con el fin de realizar varios "Suburbios-jardín", luego al amparo de las Leyes de "Casas Baratas" de 1924 y 1925.

Los terrenos elegidos se encontraban donde un cuarto de siglo antes el Sr.

Lacal había proyectado otra urbanización de hotelitos que apenas sí se habría llegado a iniciar y al Sur del denominado Barrio del Porvenir del Artesano, datable del último cuarto del XIX y considerado una de las primeras realizaciones de vivienda obrera en Madrid Esta primera Colonia Iturbe comprendía una superficie de 40.000 m2 aproximadamente y se dividía en dos sectores enlazados por la calle Eduardo Aunós, pero separados por un conjunto residencial, también de viviendas unifamiliares, propiedad de la Fundación Vedia y por el Colegio de la Sagrada Familia.

Organizada la barriada sobre una retícula ortogonal, de calles de 10 m.

de ancho mínimo, Pfitz propuso, en colaboración con el ingeniero José Urroz, manzanas que agrupaban de 5 a 25 hotelitos, adosados en hileras de 2 a 5, y dos modelos según el lugar en que se encontraban, medianeros o en los extremos.

Su número total es de 184 y se fueron construyendo en fases de 21 viviendas cada cuatro meses, aproximadamente.

Todos están retranqueados 5 m.

de la vía pública, cuentan con jardín interior y responden a una misma tipología, planta cuadrada y dos niveles, el bajo con vestíbulo, desde el que se accede a la escalera, comedor, cocina, W.C.

y un dormitorio, al cual se suman cuatro más y un baño en el superior.

Este esquema se repetirá en las siguientes Colonias Iturbe con ligeras modificaciones.

La construcción fue novedosa, pues, como indicaba la memoria del proyecto, los muros de carga se ejecutaron con hormigón en masa "a base de cemento Pórtland", lo cual daba una resistencia muy superior a los de fábrica de ladrillo, con iguales espesores.

Los forjados eran también de hormigón, pero armado, los pavimentos de baldosín y mosaico hidráulico, los frentes revocados al exterior con decoraciones sencillas, "pero siempre procurando el mejor aspecto posible dentro del reducido presupuesto", y los aleros y la estructura de cubierta de madera, ésta de dos o tres aguas, según su ubicación, y teja cerámica.

Los alzados se distinguen compositivamente por su reductivo lenguaje, próximo al Racionalismo, pero con reminiscencias regionalistas.

Auque hoy día se mantiene en gran medida este conjunto residencial, revalorizado por su situación y características, las actuaciones individuales, más o menos recientes, le han restado unidad, constatable principalmente al exterior, pues lamentablemente se observan diferentes soluciones de revestimientos de paramentos, carpinterías, aleros o cubiertas e incluso elevación en altura y modificación de huecos.