Colegio de Huérfanos de Ferroviarios

Actual residencia Antonio Gistau y Universidad Antonio de Nebrija

Dentro de la obra social de la Asociación General de Empleados y Obreros de los Ferrocarriles de España, se inauguró en 1930 por Alfonso XIII este colegio, diseñado por el mismo arquitecto que construyó una serie de colonias de hotelitos denominados "el Hogar del Ferroviario" al comienzo de Moratalaz y en la calle de Tomás Bretón.

Es una obra de gran envergadura que se estructura de manera similar a otras instituciones benéficas mediante pabellones rectangulares paralelos unidos por otros perpendiculares que forman una H dejando un patio central y dos laterales.

Su arquitectura de ladrillo y revoco, muy simplificada, supone un claro intento de arquitectura racionalista siguiendo las directrices de la obra de Antonio FLórez Urdapilleta y de Giner de los Ríos.

En los años sesenta sufrió una serie de ampliaciones para incorporar dotaciones tales como talleres, sala de conferencias y polideportivo.