Iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Paz

Los diferentes proyectos de García-Pablos para Nª Sª de la Paz, primera parroquia creada en Madrid tras la Guerra Civil, muestran la evolución de la arquitectura española a lo largo de dos décadas, desde la búsqueda de la "arquitectura nacional" hasta la consolidación de otra, que conservando la tradición constructiva española, asume las aportaciones del movimiento moderno.

Los primeros estudios, de 1939, reflejan una orientación dominante, "la arquitectura debe ser Imperial", y los dibujos de 1941 muestran "el aire madrileño".

El proyecto, de 1946, publicado en la Revista Nacional de Arquitectura, plantea el debate del estilo: "la nueva arquitectura religiosa de España, tenemos la obligación de hacerla en primer lugar, española; es decir, que debemos apoyarnos y continuar nuestra gloriosa tradición arquitectónica", presenta así "un templo de líneas clásicas y madrileñas de formas sencillas".

Las obras se inician en 1947 por las dependencias parroquiales agrupadas alrededor de un pequeño claustro y fachada a Valderribas, inauguradas provisionalmente en 1948.

Una segunda fase, 1952-53, eleva una planta los edificios parroquiales.

Por fin, en ese último año, se inician las obras del templo con un proyecto radicalmente distinto, exento de recursos historicistas y con notables aportaciones de artistas plásticos, como los escultores Amadeo Gabino y R.

Lapayese, y la casa Maumejean de vidrieras artísticas.

El conjunto se organiza en tres cuerpos, el ya referido edificio parroquial, el Templo, con la notable presencia de la torre-campanario en el quiebro de las calles, un hito en el barrio, y un colegio parroquial con un gran salón de actos en torno a un segundo patio, al interior de la parcela.

Templo, de nave única cubierta con cerchas metálicas descargadas mediante contrafuertes -de las que cuelga una bóveda rebajada con casetones- cuenta con un presbiterio trapezoidal, en cabecera, de menor embocadura que la nave.

Las capillas laterales, de planta circular, están inscritas en los contrafuertes y cubiertas con bóvedas de rasilla e iluminadas mediante grandes linternas.

El coro alto se sitúa a los pies y la torre, exenta, al exterior, de planta cuadrada y esbeltas proporciones, con armazón estructural metálico, se remata por cuerpo de campanas.

En la fachada principal, con estructura de hormigón, se introduce una gran portada de granito y piedra de Colmenar, a modo de moderno retablo de tres calles y tres pisos, con decoración escultórica central y vidriera superior.

Se construye con muros de fábrica de ladrillo y contiene una escueta decoración de cuarterones en la torre y que enmarcan la portada.

Las fachadas laterales muestran la estructura de contrafuertes y capillas, presentando al exterior un volumen de gran valor plástico.