Iglesia de San Agustín

: Luis Moya Blanco : 1946 (P) 1946-1950 (O).

Esta iglesia supone un claro ejemplo de las concepciones arquitectónicas de la posguerra.

Luis Moya continúa su intento de compatibilizar una arquitectura altamente simbólica con la rigurosa versión constructiva que da sentido al lenguaje.

Como comenta Lluís Domènech: "El traspaso entre zona interior y exterior es armonioso, pudiéndose observar cómo, de las formas curvas borrominescas, se pasa imperceptiblemente al bloque rectangular exterior enfatizado por las líneas de cornisa.

Moya introduce aquí, sin embargo, un nuevo elemento transgresor tomándolo también de la tradición clásica: la fachada como elemento autónomo y frontal que anuncia un mensaje católico ante el mundo, elemento existente en la entrada del Escorial, como el mismo Moya se había preocupado de señalar en alguno de sus trabajos críticos".

La planta se concibe como un gran espacio elíptico, cubierto por una única bóveda nervada construida en ladrillo que se complementa con cuatro espacios semicirculares, situándose en el lateral derecho un pequeño volumen que aloja la residencia y dependencias anejas.

CAPITEL, Antón y GARCÍA-GUTIÉRREZ MOSTEIRO, Javier (eds.): Luis Moya Blanco, arquitecto, 1904-1990. Catálogo exposición, Ministerio de Fomento; Electa, Madrid, 2000

IGLESIA: de San Agustín. Madrid, Arquitectura, nº 64, abr. 1964, pp. 19