Iglesia parroquial de los Doce Apóstoles

Extraña la autoría y fecha de este edificio cuando se desconoce que su primitiva función era la de acoger la Capilla y Salón de Actos del inmediato Colegio de las Religiosas de la Asunción, sito en la calle Velázquez, 90 y hoy inexistente, el que antes había sido Palacio del Duque de las Torres.

El cambio de uso de este inmueble está, por tanto, en el origen de aquel, cuya traza neobarroca francesa decidieron seguir Alonso Martos y Fernández-Shaw en la ampliación, justificada por el "género" de la edificación y el deseo de armonizar, manteniendo del primitivo los acabados exteriores, las líneas de imposta, tipología de huecos, óculos, nichos, y detalles decorativos, como la columnata adosada de orden jónico o las balaustradas.

Se trata de un solar rectangular, en el que se levanta un volumen de tres niveles, destinándose los dos inferiores a Salón de Actos, que se organiza en escenario, patio de butacas y anfiteatro, con triple acceso, uno de ellos directo desde el desaparecido Colegio.

En el tercero se ubica la Iglesia, sobre el espacio del Salón y con sus mismas dimensiones, de ábside semicircular y tres naves, más ancha y alta la central, separadas por una arquería sobre pilares cuadrados, la cual soporta una galería configurada por columnas corintias de mármol y cerrada por balaustrada.

Sobre éstas se desarrolla una bóveda de cañón encasetonada, con ventanas termales, que en el presbiterio adopta la forma de cuarto esférico.

Su inspiración fue la Capilla Real de Versalles, proyecto de Hardouin Mansart de 1699, acorde con la composición del antiguo Palacio y la fachada creada.

Los ángulos del Templo lo ocupan habitaciones cuadradas, las dos exteriores para las escaleras de los torreones y las interiores para sacristía, junto al altar, y preparación de flores.

En el testero se le adosa una crujía para salas de capítulo y comunidad, enfermería y otros dos núcleos de comunicación vertical en los extremos.

Frente a su alzado posterior, más depurado, destaca el referido a la vía pública, con torres campanario laterales, rematadas por cúpulas, y un gran escudo y cruz en el eje intermedio, bajo el cual, el cuerpo central, se resuelve con una arquería acristalada entre columnas, que coincide con el nivel de la Capilla.

Originalmente inaccesible el edificio desde la calle, tras su conversión en Parroquia hacia 1968, fue rasgado y ensanchado uno de los huecos inferiores, aunque su asimétrica posición e indirecta comunicación con el Templo, que queda sobreelevado, delata un distinto origen y función.