Colegio de Nuestra Señora de Loreto. Madres Ursulinas
Fichas tomo 2
Madres Ursulinas
: Juan Bautista Lázaro de Diego : 1889 (P) 1889-1898 (O).
Es el primero de los grandes proyectos de fundaciones benéficas o asistenciales que Lázaro pudo desarrollar en Madrid y en los que aplicó sus renovadores criterios, tanto constructivos, racionalistas y sobrios, según demuestra la delicada disposición del aparejo de ladrillo visto con decoraciones en el mismo material, o estructurales, con el empleo de la bóveda tabicada a la catalana, concretamente en la nave de la Iglesia, como higienistas y funcionales.
El resultado: una de sus obras más lógica, clara y minuciosamente estudiada.
Encomendada su ejecución por la Congregación de Religiosas de Loreto, el Colegio se emplaza aislado, en el interior de una manzana completa del Ensanche de Salamanca, la cual se cierra con un muro de fábrica sobre zócalo de cantería, interrumpido en el acceso por Príncipe de Vergara, al que flanquean sendos pabellones de portería, de un solo piso, cubiertos con eclécticas mansardas de pizarra.
En el mismo eje de ingreso al solar se encuentra la entrada a la edificación, resuelta con cuatro alturas y planta simétrica en peine, es decir, un extenso volumen, paralelo a la calle, al que acometen tres pabellones transversales, los de los extremos avanzados hacia la calle, a modo de torreones, y el central, hacia el sector posterior, ocupado por la Capilla, de una sola nave y estructura goticista.
No obstante, su imagen exterior es predominantemente Neomudéjar, confirmando el debate en la producción de Lázaro entre este estilo y el Neogótico y dificultando su adscripción a un determinado estilo.
Destacan en ella los piñones escalonados que rematan los cuerpos central y laterales y la ordenada ornamentación, como se observa en las guarniciones de huecos, impostas, cornisas, etc.
GARCÍA-GUTIÉRREZ MOSTEIRO, Javier: La obra arquitectónica de Juan Bautista Lázaro, Academia, nº 74, 1º trim. 1992, pp. 445-498