Iglesia parroquial de Nuestra Señora del Rosario de Filipinas y Convento de PP. Dominicos
Fichas tomo 2
Reforma : Manuel Mateo Sanz : 1989 (P).
Forma parte de un complejo concebido a la vez, encargado por la sociedad Bankamar y constituido además por un edificio comercial y de oficinas, el número 38 de la misma calle, con un garaje común en dos niveles, en el que se sitúa el servicio de carga y descarga del último.
Su distinta función se manifiesta al exterior, aun cuando domine una misma plasticidad formal y uso acertado de los materiales, esto es, el hormigón armado y el aluminio en su estado natural.
El solar de ambos procede de la demolición de la antigua iglesia y residencia de los Dominicos, fundación de la marquesa de Lalapilla y Monesterio, cuya sustitución se efectuó con el fin de adaptar el conjunto a un programa más amplio y racionalizado, la cual se planteó por fases, para no interrumpir el culto durante las obras.
La primera tuvo como objeto la edificación religiosa, que ocupa el lugar del viejo convento, integrando la cripta en el sótano, con el panteón de la marquesa fundadora, la capilla a nivel de superficie y sobre ésta la nueva casa dominica, organizada en cuatro plantas.
La influencia de las revolucionarias obras de Le Corbusier en su etapa antinacionalista es evidente en Sánchez-Robles, casi un homenaje de éste a aquel, como se manifiesta en la monumentalidad, rotundidad, diversidad y libertad de su planteamiento, tanto en planta como en alzado.
También se observa la independencia de las partes dentro de un todo y la adopción de elementos inspirados en el Maestro, brise-soleil, escaleras, rampas, salas, celdas, etc.
Destaca en este bloque, especialmente, la Iglesia, con su presbiterio elevado e iluminado cenitalmente, logrando un bello efecto, nave rectangular, en pendiente para mejorar la visibilidad y cubierta en parte por una bóveda paraboloide, y el coro a los pies y en alto, al que se accede por una escalera ovoide de hormigón o por una rampa adosada a la medianería izquierda.
A la derecha se sitúan los confesionarios, la capilla de comunión, el vía crucis y la bajada a la cripta, así como la comunicación con la residencia de los frailes dominicos, salas parroquiales, etc.
En fachada es igualmente digna de mención la torre-campanario, con su cruz esculpida, cuya verticalidad se opone a las bandas horizontales que configuran las terrazas del Convento.
SÁNCHEZ-ROBLES, Cecilio: Complejo arquitectónico, en Madrid, España, Informes de la Construcción, nº 221, jun. 1970, pp. 19-32