Oficinas y viviendas para CIASA

Simonet proyecta hacia 1960 un edificio destinado a estudio, talleres y exposición de pintura y decoración.

La construcción inicial se organiza en dos zonas con sus correspondientes escaleras: una que marca el quiebro, con fachada convexa hacia la plaza y destinada a exposiciones, y otra con tres crujías, paralelas a la avenida, para talleres, almacenes y oficinas.

Finalizada su construcción, a falta del revestimiento de fachadas, se modifica la alineación de la avenida del Mediterráneo ganando la parcela una franja de 2 m.

Se encarga a Fisac una fachada sobre la nueva alineación junto con un edificio de viviendas en la parcela colindante.

Fisac proyecta un telón, independiente del cerramiento original, sustentado por una estructura de finos soportes metálicos.

Separa, mediante dos franjas acristaladas paralelas e independientes para cada planta, la función de los huecos, iluminación y visión al exterior, reforzando la composición, percibida como un diedro blanco rasgado por finas franjas horizontales.

El edificio de viviendas, separado por un paño vertical ciego, mantiene plano de fachada, líneas horizontales y despiece del revestimiento, pero elimina la franja ciega intermedia de forma que cada hueco asume dos del colindante.

Distribuye dos viviendas por planta en torno a un gran patio de luces central.

En los años 70 se reforma parcialmente para oficinas, creándose un acceso independiente para cada sector del edificio, y en los 90 se transforma totalmente en oficinas.

Recientemente se ha restaurado la fachada del edificio de oficinas, pero no la del de viviendas, perdiéndose en parte la unidad compositiva pretendida con el proyecto inicial.