Convento-colegio de las Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús

Entre 1909 y 1915 Luis de Pontes amplió este convento-colegio mediante diversos añadidos: el primero se limitaba a sumar un edificio transversal a la capilla anterior, mientras que el segundo recrecía una construcción interior preexistente, reproduciendo el esquema neomudéjar establecido; en cambio, el tercero consistía en una edificación de nueva planta, alineada a la calle, que incluía numerosas celdas y locutorios, salones, roperos, oratorio, lavadero y desván, además de un salón de actos que se refleja al exterior en las enormes ventanas escarzanas -subdivididas mediante tracerías rectilíneas- del piso principal.

Abiertas entre bandas de pilastras superpuestas, estas ventanas crean una fachada de carácter industrial que refleja la influencia de Antonio Palacios, con quien había colaborado Pontes en los talleres del ICAI y a quien se ha llegado erróneamente a atribuir el edificio.

Posteriormente, Durán Loriga remodeló la totalidad del conjunto -conservando la fachada preexistente- para ordenar usos y circulaciones entre los diferentes añadidos.

AA. VV: Arquitectura madrileña de la primera mitad del siglo XX. Palacios, Otamendi, Arbós, Anasagasti. Catálogo exposición Museo Municipal, Ayuntamiento de Madrid, Madrid, 1987