Segundo depósito del Canal de Isabel II

El aumento imparable del consumo de agua hace necesaria la ampliación del abastecimiento a los pocos años de la inauguración del primer depósito.

Así, en 1863 comienza la construcción de un segundo depósito entre las calles de Bravo Murillo y Santa Engracia diseñado también por J.

de Ribera, aunque las obras se ralentizaron a tal punto que en 1867 J.

Morer tuvo que realizar otro proyecto de terminación.

Con 207 x 137 m de planta y una capacidad de 183.245 m3, presenta una traza similar a la del primero, con 1.040 pilares de granito sobre los que apoyan hileras de arcos que soportan bóvedas paralelas de cañón rebajado, que cubren dos compartimentos contiguos -pero separados para poder limpiar alternativamente los fangos de decantación- que entraron en servicio en 1876 y 1879, respectivamente.

Al exterior se presenta como un muro ataludado de ladrillo visto cubierto por una verde pradera, del que sólo destacan algunos elementos diseñados por Martín Montalvo modificando el proyecto original: dos pequeños cuerpos octogonales para alojar mecanismos de maniobra en las esquinas de la calle de Bravo Murillo, y en el centro -enfrentada a la fuente del primer depósito- una escalera de doble tiro coronada por un tímpano triangular que sustituyó a la gran cascada planeada por Ribera en un principio.

AA. VV: Agua y ciudad detrás del grifo, Fundación Canal de Isabel II, Madrid, 2001