Viviendas en cuatro bloques

José Luis González Cruz, Rafael Llopis Aracil y Miguel Granados Pérez: 1978 (P) 1980 (Fo)

Como consecuencia del cambio de ordenación de 1972 se pudieron hacer estos edificios de seis alturas donde sólo había viviendas unifamiliares.

La intención de González Cruz -que muestra como en otras ocasiones su gran solvencia profesional- fue la de liberar el máximo de suelo para crear zonas ajardinadas con cierta entidad, en un intento de mantener el carácter de ciudad jardín condenado a desaparecer.

Para ello realiza dos tipos de bloque que comparten manzana con otros edificios ya construidos: dos de estos bloques -los que quedan en mitad de la manzana- son más extensos en planta y requieren un patio en su centro, en tanto que los que dan a la calle Mesena tienen una configuración más lineal, con cuatro viviendas agrupadas en torno a un núcleo central de accesos verticales.

Estos últimos son los más interesantes del conjunto, con unos programas de planta muy estudiados, y una construcción que en sus detalles y cuidada ejecución cualifica a una arquitectura que de otro modo sería la convencional de la vivienda colectiva burguesa de esos años.

El repertorio de piezas de hormigón prefabricado, que se combina con el ladrillo quemado, recuerda a otras obras de este autor como su bloque de Federico Rubio nº 7, incluso en detalles que se repiten, como los faroles de hormigón wrightianos que acompañan las entradas

CUATRO: ___ edificios de viviendas en Madrid, España, Informes de la Construcción, nº 320, may. 1980, 26-41