Poblado Dirigido de Canillas

En las cercanías del pueblo de Canillas, que en 1955 todavía era una entidad independiente en el extrarradio de Madrid, se construyeron sucesivamente un Poblado de Absorción y un poblado Dirigido con más de 2.000 viviendas.

El Poblado de Absorción, diseñado para la Obra Sindical del Hogar por el arquitecto Federico Faci y demolido casi en su totalidad, contaba con 528 viviendas de tipo social agrupadas en cuatro bloques de corredor de cuatro alturas y ocho pisos de dos habitaciones por planta, con 128 viviendas en total, y otras 400 de tres dormitorios dispuestas en filas de adosados de dos alturas y estética ruralizante.

En torno a este núcleo inicial, el Instituto Nacional de la Vivienda dependiente del Ministerio de Trabajo impulsó simultáneamente la construcción de un Poblado Dirigido con 1.536 viviendas, cuyo diseño encomendó al arquitecto Luis Cubillo, que lo dividió en cuatro unidades vecinales mediante la creación de una vía principal serpenteante -la calle de Gomeznarros- que circunvalaba el Poblado de Absorción, y a la que desembocaban otras secundarias con entronques en "T" para evitar los cruces.

Cada unidad incorporaba las distintas tipologías de vivienda organizadas en hiladas paralelas con dirección este oeste; escalonándose desde las viviendas unifamiliares de dos plantas al Sur, a los bloques de cuatro plantas, hasta llegar a las torres de doce alturas en la parte más alta, ya junto a la carretera de Canillas al Norte, para asegurar las vistas de todos y mejorar el soleamiento.

Además, se preveían una serie de equipamientos como la iglesia parroquial de Ntra.

Sra.

del Tránsito, el polideportivo, actualmente reconvertido en Aula Taller de Cultura Ntra.

Sra.

de La Merced , y una zona comercial ya desaparecida dispuesta como una pequeña plaza porticada repartida en dos alturas para adaptarse al perfil del terreno; mientras que la educación infantil se confiaba al grupo escolar del Poblado de Absorción diseñado por el propio Faci con 12 aulas con capacidad para 360 alumnos, y hoy sustituido por un edificio nuevo sin interés , que años más tarde se complementó con el Colegio Público Nicaragua, adosado al límite oriental del conjunto.

Junto al mismo se trazó poco después una ampliación conocida como barrio de Nueva Esperanza, siguiendo un diseño dirigido por el propio Cubillo, aunque los edificios fueron obra del arquitecto Antonio Camuñas.