ARQUITECTURA DE MADRID

Viviendas del Poblado Dirigido de Canillas

Fichas tomo 3

Posición en mapa
Vías
Gomeznarro (Calle), 2-238, 272-472, 99-25, 4-18
Canillas (Carretera), 48-58
Castromonte (Calle), 20-102
Andorra (Calle), 6-8
Fecha
1956
Resumen histórico arquitectonico

Luis Cubillo de Arteaga: 1956 (P) 1957-1962 (O)

Protección
No
Autores
Descripción formal

Como resultado del Concurso de Vivienda Experimental convocado en 1956 por el Instituto Nacional de la Vivienda, el arquitecto Luis Cubillo recibió el encargo de construir el Poblado Dirigido de Canillas, donde pudo desarrollar dos de las tipologías allí presentadas: una de viviendas colectivas de cuatro plantas, y otra de unifamiliares de dos.

La primera está formada por los habituales bloques con muros de carga y dos pisos por planta a los que se accede por una escalera central abierta, sólo que aquí los muros de sólo un pie de espesor presentan la singularidad de disponerse perpendiculares a fachada, con tres crujías por vivienda que permiten disponer cuatro dormitorios dobles a costa de sacrificar las circulaciones, que se efectúan atravesando el salón comedor, al que se abren directamente las tres alcobas.

Esta disposición permitió a cambio construir fachadas muy ligeras con soluciones ingeniosas y de una gran plasticidad como los antepechos revestidos de tablillas con persianas correderas verticales, o las pantallas de vidrio armado que antaño protegían los tendederos que por desgracia resistieron mal el paso del tiempo y la falta de mantenimiento, por lo que han sido modificadas casi en su totalidad.

Por su parte, las viviendas unifamiliares adosadas de doble altura ocupan una sola crujía de 3'5 m de luz libre delimitada por muros de carga de tan sólo medio pie, que permiten disponer la cocina y un estar comedor en planta baja y tres dormitorios y un baño en la segunda, gracias a la posición transversal de la escalera, que apenas ocupa espacio a cambio de interponer un par de peldaños en casi todas las circulaciones.

Las fachadas aquí presentan resonancias neoplásticas, combinando hábilmente los huecos acristalados cerrados por venecianas enrollables y los petos cerámicos, que dieron a este conjunto una imagen internacional insólita entre los demás poblados, reforzada por el empleo de cubiertas de doble vertiente invertida con el desagüe hacia el centro, que permitía unificar las bajantes de pluviales y las de residuales, que se dibujaban con toda sinceridad en los testeros.

Bibliografía. Artículos de Revista

ESTEBAN, Ana M.: Los poblados dirigidos de Madrid, Cuaderno de notas, nº 7, dic. 1999, 55-80