Barrio de Manoteras

Tras la experiencia adquirida con la construcción de otras grandes promociones de vivienda pública como el Gran San Blas, el barrio de Manoteras se planteó desde una premisa diferente, buscando la integración de diversas clases sociales en un mismo conjunto para evitar los inconvenientes de inseguridad y degradación que implicaba la agrupación de una población mayoritariamente proletaria con otros vecinos cercanos a la marginalidad.

Por desgracia, la propuesta no tuvo el éxito esperado, pues -como es lógico las obras se empezaron por los edificios destinados a realojar a aquellas personas en situación más precaria, y sólo más tarde se emprendió la construcción de las restantes viviendas, que podrían considerarse de lujo para los estándares de la época pero que tardaron bastante en encontrar su público dada la connotación negativa que se atribuía al vecino poblado.

Para compensar este inconveniente se emprendió la construcción de unos equipamientos del más alto nivel, como la Escuela Infantil El Carmen que debía servir de modelo a una red nacional que nunca llegó a realizarse o la iglesia parroquial de Jesús de Nazaret, inusuales en otras barriadas de promoción pública del extrarradio madrileño.