Escuela de educación infantil El Carmen

Rafael de La-Hoz Arderius, Gerardo Olivares James y José A.

Chastang Barroso: 1972 (s.i.)

Esta escuela infantil de una sola planta ofrece una calidad arquitectónica y constructiva infrecuente en los edificios públicos con este uso, que sólo se explica por el intento de atraer al barrio popular de Manoteras una población con un mayor poder adquisitivo, acorde con las nuevas viviendas de semilujo que la rodean.

Partiendo de esta premisa, los arquitectos plantearon un esquema basado en la repetición de unos módulos de planta rectangular formados por un aula con su oficio y su vestíbulo independiente, con armario y aseo propios que se enlazan mediante habitaciones intermedias de uso polivalente desde las que se pueden controlar varias aulas simultáneamente para crear un anillo en torno a un patio circular central ajardinado, rodeado por un pórtico que protege los accesos.

De este modo, los niños pueden desarrollar todas sus actividades hasta la comida en un mismo espacio, evitando la masificación inherente a la disposición de servicios comunitarios y aumentando la sensación de hogar; aunque el patio de recreo ajardinado y con zona de juegos que rodea todo el conjunto permite compartir actividades comunes al aire libre.

En cuanto a la construcción, se realiza a base de muros de carga de ladrillo visto de color tostado, coronados por grandes vigas de hormigón que vuelan sobre los testeros para crear aleros protectores del sol y la lluvia, y que unidos a la abundante vegetación, proporcionan cierta apariencia nórdica al conjunto.

AA. VV.: Rafael de La Hoz, Arquitectos, nº 158, II trimestre 2001, 132-133