Barrio I de San Blas

El Instituto Nacional de la Vivienda promovió al Norte del Grupo Francisco Franco la construcción de una nueva barriada, que pasaría a ser conocida como el Barrio I de San Blas.

Se trata de un grupo edificatorio que, frente a las soluciones en planta libre de las anteriores promociones públicas de esta zona, recupera el concepto de manzana cerrada, mediante bloques de escasa altura que se adaptan a un viario compacto y de pequeña escala, recreando una trama tradicional y de gran uniformidad que además queda remarcada por la homogénea construcción de muros de ladrillo visto sobre basamentos de piedra caliza, y el empleo recurrente de unas mismas tipologías de huecos y remates de edificios.

Sólo altera la regularidad el bloque con 96 viviendas que ocupa una de las manzanas centrales de factura más pobre y paredes revocadas en blanco , y que debió de construirse hacia 1952 para alojar a los vecinos expropiados de las cuevas junto a la actual M-30.

El barrio, que propone una recuperación de los valores urbanos desde la construcción masiva y seriada, es digno de estudio y recuerda la apuesta que en este mismo sentido hizo Secundino Zuazo en la Casa de las Flores.

Consta además de sus propios equipamientos, como escuelas y zona comercial, sin contar la iglesia, que encabeza una ampliación formada por nueve bloques exentos en manzanas irregulares que se desarrolla a lo largo de la calle de Emilio Muñoz.