Colegio Cabrini

En la esquina más alta de una parcela en pendiente, y junto a un colegio preexistente diseñado en 1950 por el arquitecto José Mª.

de la Vega Samper según un esquema claustral muy tradicionalista, realiza en 1969 Cubillo de Arteaga un nuevo edificio, utilizando una planta en "L" que le permite situar el vestíbulo con el porche de acceso, la escalera principal y los aseos generales en el punto de encuentro de las dos alas: una con dirección este oeste, formada en planta baja por una sucesión de salones con orientación sur y acceso desde un amplio pasillo al Norte; y otra con dirección norte sur, con las aulas al Este y los pasillos al Oeste, que se adapta al fuerte desnivel de la parcela mediante sucesivos escalonamientos, pero que se remata con una cubierta continua a un agua que sigue la pendiente de la calle.

De este modo obtiene unas fachadas externas de gran regularidad, definidas por grandes bandas horizontales de ladrillo visto en los antepechos, que alternan con hiladas corridas de ventanas, protegidas por celosías de lamas horizontales fijas, para dar luz a los pasillos; mientras que al interior, sobre el espacio más privado del patio de recreo, las lamas se disponen en vertical y son orientables para garantizar una iluminación y ventilación óptimas a las aulas y demás espacios de trabajo.