Parque Deportivo El Tejar de Somontes
Fichas tomo 3
Edificio principal, edificio de administración, vestuarios y gimnasio: Manuel del Río Martínez e Ignacio Ferrero Ruiz de la Prada: 1971 (P) 1972 (Fo).
Frontones y pistas polideportivas: Manuel del Río Martínez, Ignacio Ferrero Ruiz de la Prada y Rafael Carrasco Amat: 1972 (P) 1972 (Fo).
Piscina y pistas de bicicletas y de tenis: Calixto del Barrio da Gándara y José María Arangüena Clemente: 1979 (P)
Río Martínez, Manuel del (1969-1972)
Muruve Dupont, Carlos (1969-1969)
Ferrero Ruiz de la Prada, Ignacio (1971-1972)
Carrasco Amat, Rafael (1972-1972)
Barrio da Gándara, Calixto del (1979-1979)
Arangüena Clemente, José María (1979-1979)
Sobre terrenos pertenecientes a Patrimonio Nacional, cedidos a una sociedad privada, y en un extenso paraje arbolado de más de 5 hectáreas, delimitado por el río Manzanares, la Cª de El Pardo y la M-40, se encuentra este club deportivo que dispone de diversas instalaciones (campos de fútbol, gimnasio, frontones, piscinas y pistas de tenis, baloncesto y patinaje, entre otras).
La ordenación general del conjunto, adaptada originalmente a las condiciones paisajísticas del lugar, responde a un proyecto de Andrada, Del Río y Muruve, aunque los trabajos fueron dirigidos por los dos primeros, hasta que Andrada renunció en 1971.
Le sustituyó Ignacio Ferrero, junto con el que Del Río realizó los proyectos de ejecución de las obras principales.
Sobresalen, por su singularidad arquitectónica, el pabellón de acceso y la sede del club, que alberga oficinas, restaurante y salas de esparcimiento.
El edificio de entrada es una pintoresca construcción, una folie moderna, que se configura mediante cuatro volúmenes cilíndricos de distinto tamaño, funcionalmente encadenados sobre una planta lobulada e irregular.
Es una solución vinculable a un organicismo expresionista influido por Torres Blancas, referencia a la que también remiten las masivas cubiertas de hormigón visto y las cuidadas carpinterías de madera, combinadas en este caso con paramentos revestidos de gres.
El denominado chalet social recurre a los mismos materiales, y también a resonancias wrightianas libremente interpretadas, que se manifiestan tanto en la articulación de los volúmenes prismáticos, de acusada horizontalidad y unificados por la continuidad de forjados y voladizos, como en la definición de los distintos espacios, abiertos en las áreas comunes y cerrados en la zona administrativa.
Actuaciones recientes, realizadas para ampliar y modernizar el complejo, han modificado parcialmente el aspecto del gimnasio y los vestuarios originales.