Conjunto de edificios de la Dirección General de la Policía

Desde el año 1946 la Dirección General de la Policía disponía de un extenso solar de 215.000 m2 entre la carretera de Canillas y la Gran Vía de Hortaleza, que durante bastantes años sólo se utilizó por la Academia de la Policía Armada, que construyó allí un edificio de cierta entidad, alguna instalación deportiva, y unos pequeños pabellones de escasa calidad.

Dada la necesidad de esta institución de disponer de unos organismos centrales, que siempre habían estado dispersos y carecían de funcionalidad y representatividad, con motivo de los acontecimientos de 1992 se planteó la oportunidad de utilizar estos terrenos para crear un núcleo administrativo en condiciones.

Para ello se redactó en 1990 una ordenación que dividía la parcela en dos porciones desiguales separadas por una calle, a lo largo de la cual se podrían levantar varios edificios de oficinas en actuaciones independientes.

La fortuna quiso que tanto los directores como los arquitectos de esta Dirección General tuvieran la voluntad de crear una arquitectura de calidad, lo que dio lugar a un conjunto excepcional, que si bien tiene acceso restringido, eleva notablemente el nivel de la obra pública de la ciudad.

El primer proyecto realizado fue de los arquitectos Iñaki Abalos y Juan Herreros, a este siguieron los de Víctor López Cotelo y Gerardo Ayala, y posteriormente el edificio de Servicios Generales de Miguel Martín Escanciano, aunque quedó sin realizarse el edificio para el área de Automoción diseñado por César Ruiz Larrea, Carlos Rubio Carvajal y Enrique Álvarez Sala, que debía completar el complejo.

ÁBALOS, Iñaki y HERREROS, Juan: Ábalos & Herreros, Gustavo Gili, Barcelona, 1993

ÁBALOS: ___ & Herreros. Tres obras en Madrid, Arquitectura, nº 295, mar. 1993, 38-47