Edificio Grupo Veintidós

Ejemplo destacado de un tipo de intervención bastante habitual en el polígono industrial de Julián Camarillo, aunque en raras ocasiones alcanza este nivel de calidad.

En efecto, junto a las singulares construcciones actuales, y algunos edificios muy interesantes de los años cincuenta y sesenta, abundan en esta zona las edificaciones estrictamente funcionales, pero anodinas, de conjuntos industriales obsoletos que difícilmente pueden responder a los requerimientos representativos de las empresas de hoy día, donde los valores añadidos de la imagen y la marca son a veces un factor tan valioso como el propio know how industrial y productivo.

Atendiendo a esta necesidad, los arquitectos Torres Carvalho y Palmero Cabezas han reestructurado para el Grupo Veintidós un edificio industrial, adoptando en el exterior un revestimiento de vidrio serigrafiado formado por piezas independientes en dos tamaños que se combinan creando bandas horizontales adaptadas a la modulación de los huecos preexistentes, que paradójicamente se recortan y rehunden en el plano circundante al modo de las ventanas tradicionales, negando la tradicional asociación vidrio=muro cortina, para reflejar el carácter de recubrimiento que adopta aquí este material.