Casa de Nazareth. Fundación Luca de Tena

En abril de 1929 muere Don Torcuato Luca de Tena, director del Diario "ABC" y del semanario "Blanco y Negro".

Poco antes de su muerte dona un millón de pesetas a su esposa, Doña Esperanza García León, para la fundación de la Casa de Nazareth.

En enero de 1930 y en memoria de su marido, la Marquesa Viuda de Luca de Tena escritura su reglamento, donde se define como una institución benéfica destinada a proporcionar albergue y asistencia a viudas y huérfanas de periodistas, de empleados y de obreros de la Prensa periódica que queden en situación precaria.

Los principales diarios de la época en homenaje al fundador de ABC patrocinarán una suscripción pública que aumentará el capital fundacional en doscientas mil pesetas.

En abril de 1930 se coloca la primera piedra en el terreno que dona, en el témino municipal de Fuencarral, Doña Catalina Serrano Navarro.

La idea de los arquitectos, que se desprende de la lectura del reglamento, es más la de un hotel-sanatorio que la de un asilo u hospedería de menesterosos, confiriendo a los edificios más el aspecto de un palacio, un sanatorio espiritual, y una escuela.

Los edificios, de una arquitectura ecléctica, con ciertos barroquismos que recuerdan la Exposición iberoamericana sevillana del 29, conectan con otros ya conocidos de los mismos autores, el Palacete de Díaz Ajero de la calle Zurbano y mas directamente, con el Antiguo Teatro Progreso o Nuevo Teatro Apolo de la plaza de Tirso de Molina.

Organizados axialmente en dirección EO y orientados a mediodía sobre los once mil metros cuadrados de parcela, disponían de todos los espacios necesarios para una estancia máxima de tres años de viudas y huérfanas, con el fin de perfeccionar su instrucción y conocimientos para el desempeño de una profesión u oficio.

En el pabellón derecho de dos plantas estaban la dirección y administración, aulas para enseñanza, sala de costura, dormitorios unipersonales y colectivos, servicios y enfermería.

Detalles como pavimentos de mosaico, azulejería, calefacción y agua caliente, hablan de un criterio higiénico y de confort que va algo más allá de la caridad.

Asimismo posee una capilla cuyo volumen se expresa al exterior con un ábside semicircular.

El salón de actos, lugar de reunión del patronato, era de una gran sobriedad, y sin embargo el comedor huía del tono de las hospederías, disponiendo en planta inferior de lavadero y cocina con despensa, cuartos de instalaciones y vivienda del guarda.

El pabellón izquierdo cuya fachada repite la del anterior, contiene vestíbulo, salas de visita, costura, plancha y lencería, así como la residencia de las señoritas tituladas, y en el que se desarrollaban las labores educativas o formativas.

Los edificios sufrieron grandes desperfectos durante la guerra.

Sabemos que la mujer y la hija de Valle Inclán pidieron asilo en la Casa de Nazareth en 1939.

La institución alquila otro local en la calle Pinar 12 mientras se repara el edificio de Fuencarral que no obstante no volverá a utilizar, sino a alquilar finalmente a Auxilio Social.

Hoy en día está ocupado por el Centro Ocupacional Nazareth de la C.A.M.