ARQUITECTURA DE MADRID

Barrio de Moratalaz

Fichas tomo 3

Fecha
1958
Resumen histórico arquitectonico
Promoción privada (URBIS. S.A.): José Antonio Domínguez Salazar, José Antonio Domínguez Urquijo, Manuel Domínguez Urquijo, Julio Bravo Giralt y Santiago Fernández Pirla: 1958-1968 (P) 1960-1972 (O)
Promoción pública (Obra Sindical del Hogar): Enrique García-Ormaechea Casanovas: 1970 (s.i.)
Barrio 1 (Primer proyecto no realizado): Miguel Fisac Serna, Eduardo Aguirre Basset, José Ramón Azpiazu Ordóñez, Damián Galmés de Fuentes, Luis Marzo Fernández, Carlos de Miguel González, Luis Pérez Mínguez y Pedro Pinto Martínez: 1970 (s.i.)
Proyecto de 616 viviendas: Arturo Guerrero Aroca y Jorge Roca de Togores Salveti: 1970 (P) 1971-1973 (O)
Barrio 2: José Luis Fernández del Amo Moreno, Manuel Basterreche Alfaro, Vicente Benlloch La Roda, Federico del Cerro Espinos, Antonio Fernández-Alba, Jorge Fernández Cuevas, Jesús Hernández Martínez-Arcos y Joaquín Núñez Mera: 1970 (s.i.)
Barrio 3: Enrique García-Ormaechea Casanovas, Rafael de Aburto Renobales, José Luis Arias Gil, Javier Barroso Sánchez-Guerra, Emilio Carnicero Espino, Javier Carvajal Ferrer, Julio Cavestany Bastida, Ricardo Mexía del Río, Antonio Roca Cabanellas y Miguel Ángel Rojí Carmona
Barrio 4: Alejandro Blond González, Manuel Barbero Rebolledo, Rafael de la Joya Castro y Jesús Martínez Cabrera: 1970 (s.i.)
Proyecto de 1.064 viviendas: Luis de Miguel González, Arturo Cortés Beltrán, Julio Álvarez Peña, José Eduardo Ballester Alonso y Luis Carretié Juliá: 1970 (s.i.) (O)
Barrio 5: José Fonseca Llamedo, José Gómez Mesa, Juan Piqueras Menéndez, José María Rodríguez Cano y Manuel Ruiz de la Prada Muñoz de Baena: 1970 (s.i.) (O)
Barrio 6: José Luis Picardo Castellón, Julián Luis Manzano-Monís Caruncho, Carlos Martínez Caro, Luis Miquel Suárez-Inclán y Carlos Picardo Castellón: 1970 (s.i.) (O)
Protección
No
Autores
Domínguez Salazar, José Antonio (1960)
Domínguez Urquijo, José Antonio (1960)
Domínguez Urquijo, Manuel (1960)
Bravo Giralt, Julio (1960)
Fernández Pirla, Santiago (1960)
García-Ormaechea Casanovas, Enrique (1970)
Fisac Serna, Miguel (1970)
Aguirre Basset, Eduardo (1970)
Azpiazu Ordóñez, José Ramón (1970)
Marzo Fernández, Luis (1970)
Miguel González, Carlos de (1970)
Pérez Mínguez, Luis (1970)
Guerrero Aroca, Arturo (1971)
Roca de Togores Salveti, Jorge (1971)
Fernández del Amo Moreno, José Luis (1970)
Bastarreche Alfaro, Manuel (1970)
Benlloch La Roda, Vicente (1970)
Cerro Espinos, Federico del (1970)
Fernández Alba, Antonio (1970)
Fernández Cuevas, Jorge (1970)
Hernández Martínez-Arcos, Jesús (1970)
Núñez Mera, Joaquín (1970)
Aburto Renobales, Rafael de (1970)
Arias Gil, José Luis (1970)
Barroso Sánchez-Guerra, Javier (1970)
Carnicero Espino, Emilio (1970)
Carvajal Ferrer, Javier (1970)
Cavestany Bastida, Julio (1970)
Mexía del Río, Ricardo (1970)
Roca Cabanellas, Antonio (1970)
Rojí Carmona, Miguel Ángel (1970)
Blond González, Alejandro (1970)
Joya Castro, Rafael de la (1970)
Martínez Cabrera, Jesús (1970)
Miguel González, Luis de
Cortés Beltrán, Arturo
Álvarez Peña, Julio
Ballester Alonso, José Eduardo
Carretié Juliá, Luis
Fonseca Llamedo, José
Gómez Mesa, José
Piqueras Menéndez, Juan
Rodríguez Cano, José María
Picardo Castellón, José Luis
Manzano-Monís Caruncho, Julián Luis
Martínez Caro, Carlos
Picardo Castellón, Carlos
Pinto Martínez, Pedro
Barbero Rebolledo, Manuel
Galmés de Fuentes, Damián
Ruiz de la Prada Muñoz de Baena, Manuel
Miquel Suárez-Inclán, Luis
Descripción formal

La activación urbanística de los terrenos situados al este del arroyo del Abroñigal, mas allá de la Colonia Hogar del Ferroviario y en dirección hacia Vicálvaro, son originalmente el resultado de una promoción privada surgida en sus primeras etapas al amparo del Plan de Urgencia Social de 1958.

La prolongación de esta primera fase responde a un plan parcial de iniciativa pública que engloba en seis barrios una de las últimas promociones oficiales de la Obra Sindical del Hogar.

En esta promoción se desarrollaron tres categorías de viviendas adscritas a la Ley de Viviendas de Renta Limitada y una al Decreto-Ley de Vivienda de Tipo Social, todas ellas subvencionadas.

Como se ha señalado más arriba, la primera fase del distrito de Moratalaz responde a una promoción privada a gran escala con el mismo capital y equipo profesional de los Barrios del Niño Jesús y de La Estrella, geográficamente contiguos aunque actualmente separados de Moratalaz por la M-30 que entonces no existía.

En efecto, los agentes del Moratalaz privado fueron la promotora Urbis -dirigida por Manuel de la Quintana- con capital del Banco Urquijo, y la oficina de arquitectura de José Antonio Domínguez Salazar que con su matrimonio había contraído vínculos familiares con la familia Urquijo.

A este arquitecto se unieron mediada la década de los sesenta sus hijos, José Antonio y Manuel.

Al margen de esta incorporación, Domínguez Salazar se había caracterizado por mantener el control sobre prácticamente todas las operaciones acometidas por Urbis -desde la primera aprobación para el Barrio del Niño Jesús- aunque incorporando a otros arquitectos que aportasen su capacidad profesional además de una cierta heterogeneidad en los proyectos, entendida esta nota como una necesidad ante la extensión de las promociones acometidas.

Así, pueden mencionarse entre otros a Javier Carvajal, Julio Bravo Giralt y Santiago Fernández Pirla.

Los criterios urbanísticos de la promoción podrían resumirse en la división geográfica de las unidades vecinales en polígonos de características aproximadamente uniformes, circulaciones rodadas periféricas, áreas interiores peatonales, dotaciones comerciales propias y otros equipamientos que participan de un escalón poblacional más amplio, alternándose los de tipo religioso, educativo, cultural, deportivo, sanitario, etcétera.

En efecto, sobre la masa edificatoria relativamente uniforme y anónima de cada polígono se hacía una reserva de suelo para actuaciones singulares, tanto institucionales como domésticas, que venían a producir un cierto cambio de escala y de criterio, aumentando cuando menos la riqueza del paisaje urbano.

En este modo de proyectar puede rastrearse, además de afán de dar satisfacción a los legítimos objetivos de la promotora fundamentalmente económicos, un cierto compromiso de Domínguez Salazar con un urbanismo de cuño moderno.

Esta familiaridad no resulta extraña en un profesional acostumbrado a viajar y conocedor de primera mano de los términos del debate internacional.

De hecho es conocido que el mismo Domínguez Salazar, consciente de la escala de la actuación que estaba dirigiendo, reservó un polígono para una experimentación ligada a la industrialización y la prefabricación de la construcción, poniendo en manos de sus colaboradores Julio Bravo y Santiago Fernández Pirla una promoción de 600 viviendas que se construyeron de acuerdo con el sistema de prefabricación de origen francés CSB.

Por lo que se refiere al Moratalaz de promoción pública, la actuación se produjo sobre una extensión de unas 127 hectáreas, sobre las que se trazó un viario primario que dividía el sector en ocho supermanzanas, seis destinadas a los barrios residenciales y las dos centrales a los equipamientos comunes.

Por su parte, cada barrio, encargado a un equipo de arquitectos diferente, mantenía no obstante el criterio de una vía rodada perimetral de la que parten vías de penetración en fondo de saco a las diferentes unidades vecinales.

El trazado peatonal se resuelve independientemente del anterior mediante sendas pavimentadas que relacionan los equipamientos con el tejido residencial.

Puede decirse que las promociones públicas adoptaron el mismo criterio de separación de circulaciones y el paradigma del urbanismo moderno de crecimiento de bloques de viviendas, ya fueran lineales o en forma de H, que la primera fase privada de Moratalaz había consagrado.

No obstante, el desfase de unos pocos años entre unas y otras, junto a la dispersión de los arquitectos autores de los barrios favoreció una mayor riqueza de soluciones en esta segunda fase, aunque también es cierto que la prolongación en el tiempo de la experiencia condujo a una cierta dispersión con lo que este fenómeno lleva consigo de pérdida de identidad urbana.

En lo que se refiere al problema de la vivienda, la promoción se planteó sobre una revisión de las normas establecidas sobre superficies y programas, en un intento de adaptación a la realidad social del momento, lo que supuso un necesario aumento de los estándares domésticos de la época.

Bibliografía. Libros

AA. VV.: Guía del Urbanismo de Madrid. Siglo XX, Gerencia Municipal de Urbanismo, Madrid, 2004

FERNÁNDEZ: ___ del Amo. Arquitectura 1942-1982 [catálogo de la exposición], Ministerio de Cultura, Madrid, 1983

GEA ORTIGAS, María Isabel: Moratalaz y Vicálvaro. Historia de los distritos de Madrid, La Librería, Madrid, 2002

GUÍA : ___ de Arquitectura y Urbanismo de Madrid, Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, Madrid, 1984, tomo II

JOSÉ: ___ A. Domínguez Salazar, José A. Domínguez Urquijo, Manuel Domínguez Urquijo , [s. n.], Madrid, 1983

Bibliografía. Artículos de Revista

VALENZUELA RUBIO, Manuel: Ciudad y acción municipal. La política de vivienda del Ayuntamiento de Madrid (1868-1978), Anales del Instituto de Estudios Madrileños, 1978, 327-361