Colegios Nacionales Padre Vitoria, Héroes de Cuba y Menéndez Pidal

Este segundo barrio de promoción pública en Moratalaz condensa tres actuaciones docentes, tres colegios de secundaria -Grupos escolares de 8 unidades y 2 complementarias y Colegio Nacional de 16 unidades y 4 complementarias, en los términos de la época- con un programa muy parecido entre sí y una formalización análoga también.

No en vano, se trata de una colaboración de los mismos autores responsables del barrio, José Luis Fernández de Amo, Antonio Fernández Alba y Rafael Molina Rodero, que responden al programa de dotación de centros escolares abiertos por el Ayuntamiento de Madrid en el curso 1971-72, en colaboración con el Ministerio de Educación y Ciencia.

Hay que pensar que estos proyectos son la respuesta a la época del "baby boom" lo que explicaría, al menos en parte, la sobriedad de sus materiales y la sencillez de su planteamiento.

No obstante, esa sencillez resulta siempre acicate para los arquitectos de raza y ello hizo que este barrio pudiera contar con tres conjuntos de enorme belleza e interés.

No en vano, tanto Fernández del Amo como Fernández Alba contaban ya entonces con una buena colección de colegios derivados, tanto de la extraordinaria experiencia del primero ligada al Instituto Nacional de Colonización, como de otros encargos privados del segundo.

Con un lenguaje muy próximo entre las tres actuaciones podrían situarse en el ámbito de un cierto organicismo, tanto más valioso en la medida en que decantan la experiencia de sus autores y se integran en la perfección a los solares reservados en el ámbito peatonal de la actuación urbanística de la que los arquitectos eran también autores.

Entre los espacios interiores podría destacarse el correspondiente a la sala de usos múltiples, un gran tambor de ladrillo cubierto con una estructura metálica radial que evoca, bien que en otra escala, algunos de los espacios más interesantes del Colegio Monfort de Loeches de Antonio Fernández Alba.

Finalmente habría que señalar que en este ámbito llegó a redactarse un exquisito proyecto de guardería que finalmente, por estrecheces presupuestarias, no llegó a edificarse privando al barrio, a la ciudad y a la arquitectura en general de lo que podría haber sido una nueva pequeña obra maestra.