Centro de Salud Pavones

En función de las correspondientes transferencias en materia de salud pública, la Comunidad de Madrid ha venido heredando algunas piezas verdaderamente sobresalientes de la Administración central.

Una de ellas es esta que nos ocupa, proyectada y construida por la oficina de tres jóvenes arquitectos, vinculados todos ellos a la docencia en la Escuela de Arquitectura de Madrid y de los que aún pueden esperarse algunas obras muy destacables atendiendo al rigor y a la contundencia de este proyecto.

En efecto, el edificio se plantea como un cuerpo aparentemente compacto, construido con prefabricados de hormigón, y rodeado por una trama de tapias y cuerpos bajos, planteados con una celosía prefabricada que se repite y entre cuyos objetivo parece estar la de disuadir a los "graffiteros".

No obstante, esta celosía, cuya forma se toma precisamente de la planta del conjunto, es opaca o va abriéndose en función de las necesidades de los espacios a los que sirve, planteando así un tema de repetición y variación al que la más reciente arquitectura madrileña resulta cada vez más afecta.

Como señalan los arquitectos, esta solución permite caracterizar tanto los espacios interiores como los exteriores, de acuerdo con sus necesidades funcionales y resolver así una parcela abierta en tres de sus cuatro lados.

Se trata no ya solo de atender a conceptos como la seguridad, si no también la privacidad y la intimidad de los espacios interiores.

Por otra parte, el interior del edificio se ordena alrededor de un patio abierto, pero un patio de forma especializada, que se ajusta con precisión a los espacios que debe iluminar o ventilar.

Por esta razón de rigor, no resulta extraño que la propia cubierta también se pliegue o se incline buscando la más adecuada iluminación así como marcando en las esquinas opuestas los puntos de tensión de los accesos: de un lado de los accesos de público al centro de salud y a las unidades de apoyo, y del otro el punto de entrada de los vehículos rodados, tanto para el estacionamiento y las urgencias como para el almacén del área.

Finalmente, la plantación ordenada de hileras de arbolado pretende resolver el cierre selectivo de la parcela respecto a los límites exteriores sin la recurrencia a las temidas alambradas que enturbian cada vez con más frecuencia la presencia de muchos edificios en aras de una, por otra parte, imposible seguridad.