ARQUITECTURA DE MADRID

Mercado Puente de Vallecas

Fichas tomo 3

Posición en mapa
Fecha
1946
Resumen histórico arquitectonico

Emilio Canosa Gutiérrez: 1946 (s.i.)

Protección
No
Descripción formal

El edificio del Mercado de Abastos para el Puente Vallecas se comienza a proyectar en 1946.

Se ajusta al tipo de nave central con puestos de venta a los lados e iluminación cenital.

Su marcado carácter longitudinal se adapta a la forma rectangular del solar, con eje principal en la dirección NO-SE, ocupando el espacio de lo que fue la estación de término del tranvía del yeso que, procedente de las inmediaciones de la Villa de Vallecas, acercaba hasta las proximidades del Arroyo del Abroñigal los materiales de construcción hasta la Villa de Madrid .

La edificación aprovecha la franja central de la parcela para regularizar la nave en dos niveles de 15 m.

de anchura y un apéndice sur de la misma dimensión, comunicados mediante una escalera que favorece la visión interior del espacio.

Se reserva una banda paralela a Martínez de la Riva de 6 m.

de fondo para la instalación de tiendas exteriores e independientes al mercado, que disponen de una planta sótano debido al desnivel de la calle.

La parte destinada propiamente a mercado se desarrolla en dos plantas que separan venta al por mayor de venta de detalle, e incluyen todos los servicios necesarios para su funcionamiento, favorecido por la diversificación de accesos, ya que la apertura del mercado a calle en todo su perímetro así lo permite.

El proyecto se ocupa de las dotaciones de cámaras frigoríficas y de carga, y del diseño de los puestos de venta: 193 puestos fijos, 156 bancadas y 28 tiendas exteriores.

Todo en el mercado se decide a favor de potenciar el frente longitudinal "lográndose una fachada a Martínez de la Riva con la dignidad que esta calle requiere", con cuatro portadas de granito que consiguen una adecuada monumentalidad de lenguaje neoclásico, pero sobre todo marcan un pautado en la nave que potencia su claridad, y facilita recorridos y conexiones transversales.

En planta baja se disponen tres líneas de soportes para una losa de forjado que soporta grandes cargas, que se limitan a una sola hilera en la planta primera, lo que consigue un espacio muy diáfano.

Hormigón armado y ladrillo para los severos paramentos, y estructura ligera de jácenas en celosía para la cubierta en dientes de sierra que trabaja la forma y la luz desde supuestos que datan bien el edificio, aceptando el carácter industrial de esta arquitectura, en convivencia con su presencia urbana aglutinadora del barrio.