Viviendas en Entrevías

El inicial proyecto de ordenación de Oiza/Alvear/Sierra de 1956 plantea la estructura de un barrio que mantendrá lo esencial de su concepción a través de las diferentes actuaciones de los componentes del equipo técnico de Entrevías, con Alvear como coordinador de los catorce arquitectos participantes.

El proyecto parte de algunas premisas radicales: la modulación de todos los elementos de planeamiento a partir de una unidad repetida y la extensión de la vivienda unifamiliar de dos plantas en tapiz que consigue densidades elevadas sin recurrir a la edificación en altura.

Las experiencias de Oiza y Sierra en la Oficina Técnica de la promotora Hogar del Empleado, la de Oiza en la UVA de Fuencarral A y la de todos ellos en el concurso de Vivienda Experimental de 1956 les permiten aplicar aquí desde el control de una escala global, los conocimientos ya ensayados parcialmente.

En Entrevías es el sistema el que permite acometer una intervención extensa y ambiciosa, pero sobre todo capaz de establecer un marco de referencia que no se desvirtúe por la introducción de arquitecturas diversas.

Sobre un terreno sin caracterizar ni topográfica ni simbólicamente, con escasas preexistencias significativas más allá de las chabolas a erradicar, y con los determinantes insoslayables de la urgencia y la escasez, la propuesta consigue establecer un esquema de características tan peculiares que sobrevivirá por encima de evoluciones y superposiciones posteriores.

Autónoma por sí misma y potenciada además por estar confinada por límites bien definidos.

En el poblado Dirigido que desarrollarán y empezarán a construir rápidamente, conviven rigidez en la trama y flexibilidad en la posición de los vacíos, separación de circulaciones peatonales y rodadas, orientación norte-sur diagonal, economía constructiva y de instalaciones, y abstracción en la forma.

Los dos patios a los que da la vivienda mantienen a una población de aluvión en el tipo de arquitectura rural de la que proceden.

Los números ponen medida a la propuesta, y su racionalidad y rigor le da validez por encima de construcciones deficientes o modificaciones posteriores.

El módulo mide 3.60 m.

por 9 de fondo, sobre una retícula viaria de calles de 2 módulos y peatonales de 1.

Las viviendas se asientan en plataformas de 1 hectárea, cada una de 6 piezas de 24 viviendas cada una, en 2 hileras enfrentadas de 12 viviendas, ocupadas 5 y libre 1 en posición variable, y están concebidas como un solo edificio.

Estos números arrojan una densidad de 720 habitantes por hectárea.

Las viviendas obreras de Gropius en Dammerstock, Oud en Kiefhoek, Hugo Stubbins en Wellesley y Taut o Team X recuperados, son referencias conocidas por los autores.

La generosidad de la cocina, la escalera transversal, el aseo exterior concentrando instalaciones y patios en cruz, son algunos de los datos que descodifican una solución de una coherencia indiscutible: "Interesa aquí el espacio no ocupado, como diría Oteiza, como vacío, como desahogo …".

Los bloques de 4 alturas y doble crujía agrupan 4 y 2 viviendas por planta y forman parte del que se llamará Poblado de Absorción 2ª fase.

El poblado mínimo se compone de unidades de 12 bloques sobre la base del cuadrado.

En las 12 unidades vecinales se da entrada a arquitecturas y tipologías muy diversas con bloques de doble crujía, 4 plantas y 5 plantas y trazado en L y en U (UV de la nº 1 a la nº 4 y nº 9 a la nº 12), con torres en Y de 8 plantas (UV nº 5), bloques de 5 plantas y en H de 8 y 10 plantas (UV nº 6), y de doble crujía en L de 4 y 12 plantas (UV nº 7 y 8).

La infinita capacidad de modificación del usuario, que se inicia en el momento de la autoconstrucción y se ha mantenido hasta hoy, no ha hecho perder interés a un barrio que conserva su idiosincrasia social y su carácter de prototipo arquitectónico.