Instituto Tajamar
Fichas tomo 3
Edificio de talleres de Artes Gráficas: Damián Galmés de Fuentes: 1965 (P) 1966-1967 (O). Cierre y jardín inferior: Eugenio Aguinaga Churruca: 1976 (P) 1978 (O). Ampliación: Miguel Martín Escanciano: Pabellón de comedor y cocina: 1997 (P) 1999-2000 (O); Pabellón infantil: 2003 (P) 2004 (O); Instituto tecnológico F.P.: 2003 (P) 2005-2006 (O); Polideportivo: 2005 (P) 2006-2007 (Co). Ampliación de la residencia de profesores: Jaime Castañón Fariña: 2004 (P) 2006 (O)
El centro de enseñanza primaria, media y profesional que erige el Opus Dei en Vallecas para paliar la necesidad de puestos escolares por la falta de medios del barrio, nace como filial del Instituto Ramiro de Maeztu, una vez que, tras muchos locales provisionales -en Melquíades Biencinto, en el conjunto del Hogar del Empleado de Erillas, o una antigua vaquería-, se adquieren los terrenos para construir las primeras aulas del conjunto.
Una composición a base de tangencias en torno a una plaza frente al edificio central y el salón de actos, establece el eje o línea de inicio para el crecimiento progresivo por bandas de las aulas hacia el norte, y la separación en dos del solar y eje de relación con las áreas deportivas.
Desde su fundación, Tajamar ha destacado por el impulso a la actividad deportiva y las artes gráficas.
Aunque la construcción se alarga hasta el año 66, el proyecto inicial de Ortiz-Echagüe y Echaide, que por imperativo de la ordenanza escolar plantea baja densidad de edificación y alturas mínimas, contempla todo un conjunto organizado con terrazas que se adaptan a la pendiente del terreno.
Entre 1960 y 1963 se construyen tres series de pabellones nordeste-suroeste de una planta, separados por patios ajardinados y enlazados por porches cubiertos, como en una red, para contrarrestar la posible dispersión.
Las aulas están construidas en pabellones reunidos de a tres, con tres despachos y servicios cada uno.
Son de ladrillo visto, con un porche sobre estructura de hierro.
En una segunda fase se construyen aulas infantiles, separadas y con zona deportiva propia, residencia de profesores, centro de formación de profesorado, edificio de salón de actos y oratorio, edificio central con dirección y biblioteca, central térmica con talleres, tribuna deportiva y graderío.
En el centro de la composición, se encuentra el salón de actos, al que se accede lateralmente por una escalera y porche metálicos.
El edificio del salón de actos es un espacio flexible que permite la creación de espacios de variadas dimensiones y disposiciones.
Edificio de planta en cruz, capaz de unificar espacialmente, total o parcialmente, el salón de actos, espacio cúbico con lucernario igualmente cúbico en el centro, con el oratorio a un lado, el vestíbulo de acceso a otro lado y una sala de conferencias frente al escenario, "con dos muros móviles que bajan a nivel del pavimento".
Del otro lado, la discreta presencia del oratorio queda desvelada por la presencia de la imponente y esbelta torre de ladrillo de planta en estrella, con un cuidado trabajo rematado en pilares y cubierta inclinada.
El edificio central, en un juego con el exterior de ejes y planos de ladrillo, reúne en torno a un patio central la dirección, en planta baja, y arriba la biblioteca y una sala de profesores, que recortando el volumen de su terraza, contempla un paisaje de porches y jardines.
En cuanto a los materiales, en palabras de los arquitectos, "toda la construcción esta hecha con materiales muy sencillos: ladrillo en muros, estructuras metálicas y cubiertas de "Uralita", salvo en el edificio del salón de actos en que se han empleado "backs" de aluminio.
En cambio se han empleado materiales de primera calidad en todos los elementos de una utilización muy intensa: pavimentos de terrazo, carpintería chapada con "Formica", buenos aislamientos térmicos en las aulas e instalaciones registrables en una red de galerías visitables que cubren todo el terreno".
El lenguaje de los edificios y su comportamiento en la creación de un paisaje, lo aproximan en brillantez a las soluciones de Arne Jacobsen en las Escuelas Munkegård en Gentofte.
El edificio es deudor sin embargo de otro anterior de los mismos arquitectos, que obtendrá el Premio Reynolds en 1957, el Edificio de los Comedores de la SEAT en Barcelona, en el que se observan ciertas similitudes espaciales y de disposición, aunque no así en los medios ni en los materiales.
Los espacios entre pabellones son tranquilos y están bien cuidados, y todas la superficies libres son pavimentadas o ajardinadas.
"Destacar el admirable cuidado de la jardinería por parte de los alumnos, a pesar -o quizá precisamente por- de la modestia de su origen".
Posteriormente se realiza el edificio de talleres de artes gráficas por Damián Galmés, edificio de planta en U, con patio ajardinado abierto al sur.
Planteado en una terraza de nivel inferior que entabla dialogo con el eje norte-sur y la calle, que desde un acceso rodado organiza un aparcamiento en superficie frente al salón de actos.
En la parte superior al suroeste, entre la entrada de diario de los alumnos y el área de aulas infantiles, Miguel Martín Escanciano construye un edificio de comedor con cocina.
Edificio que establece una respetuosa relación lingüística con los pabellones iniciales a través del sistema de huecos que favorece la cubierta a un agua y la utilización del ladrillo.
Un pabellón limpio, de volúmenes cúbicos de ladrillo, claros y rotundos, que se pliegan en torno al espacio del comedor, colmatando la superficie libre hasta la calle, donde se vacía un patio, con el acceso en rampa de mercancías al sótano, al que se asoma la cocina con un giro.
Del mismo autor es el pabellón infantil, situado en el borde norte, con acceso independiente desde El Bosco, el cual se ordena en torno a un patio junto al vestíbulo.
A un lado un aula psicomotriz, y alrededor del patio tres pabellones de aulas con cubierta a un agua desde corredores de conexión en esvástica, siguiendo la tónica de los edificios de aulas del antiguo colegio.
Edificio de planta única, de agradables proporciones, que genera espacios de escala adecuada a la naturaleza de su uso, con pequeñas áreas de jardín con porche para juegos de los niños.
Martín Escanciano realizará otros dos edificios para Tajamar, el instituto tecnológico para formación profesional, y el nuevo polideportivo.
El primero, conectado por pasarela sobre la calle de acceso al edificio de talleres de artes gráficas, es un edificio longitudinal de ladrillo, de dos plantas con sótano, que aprovecha la pendiente del terreno suavizando el volumen desde el exterior.
Utiliza el tema de los patios ingleses, ya experimentado en otros edificios del conjunto, para articular la entrada junto a un prisma de hormigón que contiene ascensor y escaleras de acceso a los niveles inferiores.
El polideportivo con piscina, actualmente en construcción, se sitúa al oeste, junto al resto de espacios deportivos.
Dos prismas cúbicos de distinta altura, articulados con un cuerpo de vestuarios y palco; piscina con salida directa al jardín, y polideportivo con estructura de cerchas de gran canto debida a su dimensión que produce entradas de luz natural en los laterales que dejan suspendida la cubierta en el aire.
La residencia de profesores ha tenido recientemente una ampliación, obra de Jaime Castañón.
NÚÑEZ LADEVERZE, Luis: C. Ortiz-Echagüe y Rafael Echaide, Ministerio de Educación y Ciencia, Madrid, 1973
ORTIZ-ECHAGÜE, César: La arquitectura española actual, Rialp, Madrid, 1965ORTIZ-ECHAGÜE, César: César Ortiz Echagüe cincuenta años después, T6 Ediciones; Escuela Técnica Superior de Arquitectura, Navarra, 2001SEPULCRE BERNAD, Jaime Francisco: César Ortiz Echagüe y Rafael Echaide (1955-1966). Tecnificación y humanización del funcionalismo , Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Navarra, Navarra, 2003 [tesis doctoral]INSTITUTO : ___ Tajamar con secciones de primaria, media y profesional. Madrid, Hogar y Arquitectura, nº 89, jul.-ago. 1970, 38-45
INSTITUTO : ___ Tajamar, schule bei Madrid, Baumeister, nº 6, jun. 1967, 739-741PABELLÓN : ___ de comedor y cocina en centro educativo. Madrid, Conarquitectura, nº 6, oct. 2002, 36-40