Grandes parques de Palomeras para el IVIMA

Las intervenciones de grandes ajardinamientos de la operación de remodelación de Palomeras deben entenderse como un sistema de espacios libres afrontados desde estrategias unitarias de proyecto.

Dos de ellos son grandes parques lineales periféricos: el Lineal y el llamado del Cerro del Tío Pepe.

Otras entre las que destaca el parque Sur de Palomeras, son parques interiores o plazas ajardinadas.

Obras paisajísticas sobre terrenos de "azaroso pasado", que parten de la ausencia de preexistencias y asumen la condición de obras preacabadas.

Parque Lineal Palomeras Sureste.

A partir de la idea del salón urbano, con trazados lineales para bicicletas y peatones, y en un gradiente transversal entre lo más urbano y lo paisajístico.

Vaguada tratada con elementos singulares como dos lagos y glorietas, diferenciando los jardines de las zonas estanciales.

Las colinas artificiales con un simple manto verde, excedentes de escombros de anteriores vertederos, caracterizan la escena paisajística, aportando una singularidad y grandeza destacables.

Funcionan como borde hacia las autopistas que lo circundan y de la zona industrial de Vallecas protegiendo la vaguada ajardinada, con excelentes resultados acústicos, y conforman un horizonte propio: "rosario de colinas plantadas de pradera".

Casi 3 kilómetros de desarrollo y de 70 a 180 metros de anchura, con 43 hectáreas y 36 colinas como borde de barrio que modela su propia topografía.

Parque del Cerro del Tío Pío.

Al norte de Palomeras, en una gran cornisa sobre Madrid, resto de anteriores asentamientos chabolistas con desniveles de hasta 40 metros, un gran vacío sirve de contrapunto de urbanismos circundantes; un parque casi sin vegetación que potencia por encima de todo su condición de mirador.

El punto superior de este lugar de vista privilegiadas está a la misma cota que el Palacio Real.

Se articulan en él diversos elementos que ordenan los espacios sinuosos con colinas que aquí modelan y potencian la topografía interior y permiten observar los entornos próximo y lejano.

La marquesina belvedere y el mobiliario urbano, o los detalles de pavimentación de sencilla y honesta factura, son muestra de una preocupación por la calidad del conjunto que no se pierde a pesar de su extensión.

Parque Sur de Palomeras.

Finalmente como remate de la actuación edificatoria y como medio para resaltar obras de autor circundantes, esta plaza propone un marco para ellas, en particular para el edificio del equipo Cano Lasso.

Compuesta por tres niveles desde el balcón ocupado con algunas pequeñas construcciones estanciales como el kiosko de música, el espacio central pavimenta la rotonda en torno a la escultura de Elena Laverón, y finalmente el jardín blanco y más bajo con un pequeño estanque-fuente.

Entre lo geométrico y lo pintoresco, entre lo duro y lo blando se sitúa esta actuación como eslabón menor de la serie de Parques.