Polideportivo Payaso Fofó

La economía de medios y la racionalidad no está reñida con la tecnología, bien entendida como conjunto de conocimientos e instrumentos de un arte industrial, que en este caso hace referencia a la capacidad de los materiales y conceptos para generar condiciones y espacios apropiados al uso deportivo.

Junto al Estadio del Rayo Vallecano, en un espacio residual y en esquina, se formula un programa de usos denso, que cuadruplica la reducida superficie disponible, de lo que se deduce una superposición de niveles y saltos de escala que acomodan las grandes dimensiones de una piscina y una cancha polideportiva, a la más doméstica de los espacios subsidiarios, en un contenedor múltiple y abstracto optimizado por la neutralidad de sus pieles.

Una bella sección que desmaterializa el edificio hacia la parte superior, expresa una articulación espacial que independiza el interior de la compacta volumetría, con flexibilidad y adaptándose a las exigencias de los usos.

Establecido el nivel de la lámina de agua en continuidad con un jardín trasero al este sobre la que se abre, una banda de alturas convencionales, paralela a la fachada principal, acuerda los niveles desde el núcleo de comunicaciones con rampas y escaleras.

Una estructura de muy distintas escalas, construye pórticos perpendiculares a fachada cada 6,60 m.

de vanos variables por plantas: canchas de squash formalizadas con pantallas de hormigón, e instalaciones de piscina entre una retícula de pilares fungiformes bajo el vaso en la planta sótano, pórticos de hormigón con vanos de 24 m.

de jácenas pretensadas de 1 m.

sobre el vacío de la piscina, y de 7 m.

para los vestuarios y la palestra sobre el vacío de la piscina, y finalmente estructura metálica con cerchas de 31 m.

que cubre la pista polideportiva y el graderío, sobre la que una cubierta móvil permite ventilar en verano con un sistema de muro Trombe.

El prisma de revestimiento metálico, se abre al paisaje exterior desde la fachada principal, para hacer protagonista del edificio a la actividad del interior.

Una cortina de vidrio de grandes piezas cuelga de las cerchas de cubierta, reduciendo los elementos de anclaje a lo esencial, huyendo de expresionismos tecnológicos y buscando cierta economía de medios.