Casa particular y estudio del arquitecto Miguel Fisac en el Cerro del Aire

La casa del llamado Cerro del Aire es la casa privada de la familia de un arquitecto; introvertida, orgánica y contemplativa, mira llegar a la ciudad desde un alto.

Antes pionero del movimiento hacia el extrarradio de la sociedad madrileña de los 60 por el precio de la vivienda colectiva en el centro, hoy casi naufrago entre lazos de carreteras, es un símbolo de la regeneración de la arquitectura moderna tanto en su lenguaje como en su criterio de adaptación al paisaje.

Se sitúa elevada sobre la entrada en una plataforma construida con desmonte y terraplén modificando la ladera.

En el centro un patio, en su arista una chimenea junto a la gran piedra de granito que brota del suelo, continúa fuera y parece indicarnos el punto de aplanado, naturaleza preexistente que deja pasar a través la casa.

Muros de mampostería de granito y pilares metálicos sobre los que descansa una fina losa de hormigón.

"Una casa crecedera y barata", la casa de una vida, que se configuró en función de las necesidades familiares en varias épocas y siempre con criterios económicos de construcción.

La casa se organiza en tres partes; al Este los dormitorios, al Oeste la zona de servicio y en el centro, de Norte a Sur, cocina, entrada y zonas de estar.

Desde el jardín interior, cerrado a Norte y Este, acristalado y hacia el exterior, un cuarto de jugar-estar para niños, y el comedor y el estar unidos donde los huecos completos de suelo a techo, traen al paisaje lejano y al jardín próximo exteriores.

El interior es luminoso, las paredes de ladrillo, algunos empanelados, las carpinterías de roble natural y el suelo continuo de sintasol.

El arquitecto experimentó con su propio mobiliario, con formas y materiales que recuerdan algunos diseños nórdicos, si bien es evidente el racionalismo y la vocación artesanal en elementos decorativos y en el uso de materiales naturales.

El estudio del arquitecto estuvo situado inicialmente en el camino de ingreso a su casa.

Una construcción de "huesos" más cercana en su lenguaje al Colegio de la Asunción próximo a él; un espacio como si de un ensayo se tratara, que se construye sobre un terreno plano, en una cima.

Es una estructura de dos crujías paralelas, con un pórtico en cruces de hormigón continuo de tres vanos del lado sur y con grandes piezas macizas prefabricadas como muros que forman un volumen cerrado de doble altura al Norte.

Entre cada una de las cruces del pórtico apoyan cuatro grandes vigas huecas por vano y encima una fachada de enormes huecos de una textura blanda de hormigón.

La cubierta es una enorme visera de finos y abundantes huesos tipo MADE, tan ensayadas.

Hoy Fisac aún experimenta en una nave prefabricada que adosó a la casa desde el cuarto de niños que estaba junto a su dormitorio.