Viviendas para el IVIMA en las UV 33 y 15 de Palomeras Sureste

Oportunidad para el gran maestro, Julio Cano Lasso, de hacer una síntesis de su abundante experiencia en vivienda social, extrayendo las enseñanzas aplicables a la realidad actual desde las aportaciones del movimiento racionalista desarrollado en Europa.

Con condiciones de partida muy del gusto e identificables con la obra del autor, se impone un gran rigor y disciplina al proyecto.

Las expresivas fachadas, se basan en un mismo tipo inicial, eficaz y transformable, que pauta y ordena con criterios de adaptación de la forma a las irregulares manzanas, con gran libertad y apostando por una variedad de recursos y aproximaciones diversas como motor del proyecto.

La vivienda, basada siempre en el mismo criterio tipológico de zonas de estar al exterior con gran terraza, pasillo lineal y baños dando a una terraza posterior, se modifica a tenor de la necesidad espacial.

Condicionados por la forma y situación de los solares, difíciles a veces, con fondos de escasa dimensión y con una extraordinaria variedad de casos distintos, los tipos se ajustan a la normativa, consiguiendo una obligada y rica variedad de formas y soluciones.

Se enfrenta por tanto al uso del ladrillo extrayendo sus posibilidades expresivas en la línea del racionalismo, como material homogeneizador del conjunto, que recibe una experta respuesta, capaz de unificar la gran dimensión con la pequeña y de jugar con la volumetría para resolver los cambios de sección y sus encuentros.

Los chaflanes, quiebros, ángulos y remates, obligan a desarrollar un variado repertorio formal de estricta formulación en planta, que conduce a evocaciones de referencias mendelsonianas.

Formas obligadas por la necesidad de adosarse a edificaciones existentes para completar manzanas, tanto en sus planta como en los escalonamientos de las fachadas.

Edificios de estructura de hormigón y cerramientos de ladrillo macizo de medio pie cara vista, con tabique y cámara con aislamiento interiores y uso del ladrillo aplantillado en petos de terrazas y paños curvos con igual radio de curvatura.

Delimitando el otro lado de Pedro Laborde, calle prolongada hacia el sur ex profeso en este planeamiento, otra serie de edificios con un proyecto basado en idéntico tipo con ligeras variedades añadidas, completa la edificación hasta la Plaza de la Constitución.

Reagrupando con eficacia distinta en función de las necesidades formales, supone un ensayo nuevo del mismo tipo.

La potencia de la imagen se reafirma con unos cuidados portales y potentes proas construidas.