Unidad Vecinal de Absorción Virgen de Begoña para el INV

La ordenación de este Barrio de Begoña procede de las operaciones de emergencia que llevó a cabo el Instituto Nacional de la Vivienda, cuya gestión de suelo dependía del Comisario de Urbanismo Julián Laguna.

Construido desde 1957 por la Organización de Poblados Dirigidos, posee una ordenación que asume la dificultad de su situación urbana, encerrada entre el paso de las vías férreas y el comienzo de la carretera de Colmenar, lo que le confiere una forma alargada, de la que dependerá el desarrollo y orientación de los bloques.

Su interés reside en el esfuerzo realizado en la racionalización constructiva y estructural en época de necesidad y dificultad.

Las tres tipologías de vivienda de cinco alturas, están construidas con muros de carga formando viviendas en dobles crujías.

Arquitectura de recursos mínimos rentabilizando superficialmente la eficacia de los medios.

La tipología al Oeste, bloques en hilera, de fachadas en bandas verticales con cámaras ventiladas que acusan el ritmo de vanos y macizos y la propia estructura, con distintos tratamientos materiales.

Se dispone en bloques, la mayor parte NE-SO, de larga presencia, organizando plataformas que bajan hacia el Sur con espacios libres peatonales.

Salón-comedor con solana, un dormitorio y cocina en la primera crujía, y dos dormitorios, aseo y tendedero-solana delante del aseo y un dormitorio en la segunda crujía.

El otro tipo utilizado que agrupa cuatro viviendas por núcleo de escalera con patio central, con una solución simétrica de viviendas de dos dormitorios, ocupa la zona este del conjunto.

Muros de carga de ladrillo macizo, que en este caso se corresponden con los planos de fachada, un lienzo homogéneo con un hueco neto de un dormitorio, del que sobresalen, enfoscados, los vuelos de las terrazas del salón-comedor.

La segunda crujía en este caso ventilada a patio, con cocina, tendedero, aseo y otro dormitorio.

El tercer tipo, más escaso, son los bloques en esvástica, al SO del conjunto, que agrupan cuatro viviendas de cuatro dormitorios por planta.

Orientación aleatoria y juego diagonal del espacio del salón comedor.

El conjunto de viviendas se realiza a lo largo de varios años por un amplio equipo de arquitectos.

La operación viene completada con la construcción, algunos años después, en una reserva dotacional de terreno de fuerte pendiente, de la Iglesia y el Colegio que dirigen los PP.

Carmelitas Descalzos de San José de Begoña.

La iglesia se adapta a la irregularidad del terreno.

Desde el interior de la nave, la cubierta asciende hacia el altar por tramos de distintas alturas, y a los lados se rasgan huecos horizontales entre pilastras por donde entra la luz teñida de los colores de sus vidrieras.

Ritmo de pórticos paralelos construidos con vigas de hormigón armado de gran luz, acarteladas en dos direcciones asimétricas y escalonadas, sobre las que se superpone otro volumen mayor que contiene un espacio en grada.

Una nave longitudinal diáfana de muros de ladrillo macizo con pilastras laterales de hormigón.

A los pies una doble crujía de pórticos de tres tramos, concede menor escala a la entrada, e inicia la banda horizontal de vidrieras.

En la cabecera un ábside de menor anchura que la nave recibe luz por lucernario curvo de bloque de vidrio.

El colegio asimismo, se organiza desde un volumen longitudinal y el vacío del patio de recreo en la unión con el templo, con un peine de bandas descendentes de aulas y escaleras desde un primer nivel de corredor, que se adaptan en zig-zag al lateral de viviendas en ladera.

Su perfil dentado explica bien el sistema escalonado de las aulas que dejan ver muros de ladrillo con vigas de hormigón de canto donde se aloja la ventana de toda la anchura y cubierta con vuelo al Sur y en contra