Iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Fuencisla

El Centro Parroquial, hito de la arquitectura religiosa de su tiempo, es el elemento de más significado del conjunto.

El diseño, condicionado por un tendido eléctrico, la autopista y la previsión de superficie para la futura guardería, desglosa el programa en dos edificios: en uno la Iglesia y sus servicios, en el otro las dependencias parroquiales; enlazados por un porche de poca altura que asegura el paso bajo la línea eléctrica.

Iglesia, Casa Rectoral y porche delimitan un claustro abierto hacia naciente que crea un ámbito previo al espacio religioso, arbolado de pinos.

El espacio eclesial plantea la necesidad de superar el problema estructural con la máxima simplificación, mediante una solución que, sin impedir una visión suficiente, cree positivamente un espacio neutro, lugar de asamblea, respondiendo a un planteamiento económico acorde a las circunstancias -un bosque de sutiles columnas-.

La iglesia se plantea como un recinto continuo, dentro del cual se integran los elementos que la constituyen: nártex, baptisterio, presbiterio y capilla penitencial.

El espacio interno se subdivide en elementos modulares autónomos por una malla de 4,20 x 4,20 m, con delgadas columnas de acero que sostienen y descargan una cubierta muy ligera compuesta por elementos troncopiramidales que iluminan cenitalmente.

La célula básica, que contiene todos los elementos funcionales que han de constituir el edificio, se repite 51 veces.

Este elemento autónomo, que por yuxtaposición forma el recinto, permite, aparte de una exacta previsión económica, construir una iglesia tan grande o tan pequeña como se quiera, por fases o futuras ampliaciones.

Satisfechas las funciones físicas por el elemento modular básico, la Iglesia puede envolverse en un cerramiento independiente sin aberturas.

En la década de 1980 se demuele el porche, se modifica el patio abriéndolo a la Av de Córdoba, se eliminan pavimentos y se adosa una inadecuada caseta.

Interiormente, desvirtuando la concepción original, se abren huecos en paramentos ciegos, se cierra el nártex para ser capilla de diario, modificando las condiciones de accesibilidad, se elimina la capilla penitencial para situar la pila bautismal, se modifica la posición del altar creando dos espacios para sacristía, con paramentos blancos, y se sustituye el solado de baldosa por terrazo.

Recientemente se ha situado sobre un vértice el acceso de emergencia.

Una propuesta de Parades-Pedrosa propone recuperar la esencia original del Templo.