Poblado dirigido de San Cristóbal de los Ángeles

La Gerencia de Poblados Dirigidos, en colaboración con el INV, llevó a cabo en San Cristóbal una de sus mayores realizaciones madrileñas, con un total de 6.077 viviendas subvencionadas construidas en fases sucesivas desde 1959.

Se ubican sobre un polígono de más de 43 hectáreas, cuyos terrenos pertenecieron a una antigua fábrica de ladrillo, La Norah, de la que hoy se conserva una chimenea convertida en hito testimonial.

Un nutrido equipo de profesionales, compuesto por ocho arquitectos encabezados por Eugenio Casar -que junto con Julián Peña y Manuel Cortés firmó en 1958 el anteproyecto original-, ejecutó la urbanización y las distintas edificaciones, planteadas según los criterios funcionalistas que el movimiento moderno aplicó en la época a las grandes actuaciones de vivienda social.

La ordenación general se basa en supermanzanas, dotadas de amplios espacios libres, sobre las que se disponen formaciones paralelas de bloques abiertos con doble crujía, según diversos tipos (de 5, 6 ó 7 plantas) preferentemente orientados en perpendicular al viario.

En los bordes Norte, frente a la Dehesa Boyal, y Oeste, junto a la av.

de Andalucía, se alzan dos clases torres (de 12 y 14 plantas), que en el segundo caso constituyen, además de la imagen más representativa del barrio, una notable muestra de racionalismo popular madrileño.

El poblado cuenta desde su origen con completos equipamientos culturales, comerciales, religiosos, educativos y deportivos, entre los que destaca la parroquia de Nª Sª de los Desamparados: un riguroso prisma de hormigón, en disposición horizontal, calado en los extremos para enmarcar dos grandes vidrieras.

Igualmente reseñables son la parroquia de San Lucas y un antiguo cine (hoy agencia de empleo), inscribibles dentro de una variante arquitectónica que no desdeña, como el más frío racionalismo, la utilización expresiva de las formas curvas.

También son de interés varios edificios docentes (colegio, instituto y antiguas escuelas); todos ellos buenos ejemplos de arquitectura escolar de la época.

Poco después de la entrega de las viviendas, la presencia en el subsuelo de arcillas expansivas planteó graves problemas estructurales, que obligaron a demoler ciertos bloques.

Por ello, en 1983, se redactó un proyecto de rehabilitación que, al margen de intervenciones parciales, no recibió su impulso definitivo hasta 1999, cuando el barrio fue declarado área de rehabilitación preferente.

En este contexto se enmarcan varias actuaciones singulares que supusieron la sustitución o reestructuración integral de los edificios, caso del bloque 214 reestructurado por Mª Antonia San Román, o la renovación energética del bloque 810 realizada, con aplicación de tecnologías bioclimáticas, por Margarita de Luxán dentro de las actividades del proyecto europeo Regen Link.

Paralelamente se erigió, en el parque de la Dehesa Boyal, una moderna instalación deportiva, el polideportivo Raúl González, caracterizado por su cubierta circular móvil.