ARQUITECTURA DE MADRID

Ermita de Santa María la Antigua

Fichas tomo 3

Posición en mapa
Vías
Monseñor Óscar Romero (Calle), 92 Cementerio parroquial de Carabanchel Bajo
Fecha
1300
Otras denominaciones

Antigua Iglesia parroquial de la Magdalena

Resumen histórico arquitectonico
S.d.c.: 1300 (s.i.)

Rehabilitación: Pedro Iglesias Picazo: 1ª fase: 1997 (P) 2ª fase: 2000 (P) 2000-2002 (O)
Protección
BIC MONUMENTO (Declaración 1981)
Autores
Descripción formal

La única ermita mudéjar que se conserva completa en Madrid está considerada como uno de los más singulares monumentos de este estilo arquitectónico en el entorno madrileño y como el más destacado edificio histórico monumental de Carabanchel.

Presencia testimonial que parece arrancar de remotas épocas, se data ambiguamente en el siglo XIII (incluso con ciertos elementos del XII), y en el siglo XIV según Navascués, ratificándose no obstante como el más antiguo de la Comunidad de Madrid.

Como templo mudéjar emparenta, como es habitual en la provincia, con la alargada sombra de la tradición mudéjar toledana, más patente en la fachada, pero también con influencias más remotas (al igual que otras iglesias de Carabanchel y Móstoles), representadas por la iglesia de San Lorenzo de Toro en la tradición del mudéjar de Castilla la Vieja.

Considerada por su condicionamiento territorial como neto "templo rural", la ermita, calificada monumento histórico-artístico de interés provincial por una Orden del Ministerio de Cultura de 1981, es actualmente capilla del adjunto Cementerio Parroquial de lo que fue Carabanchel Bajo, al que se asoció en el siglo XVII, si bien en el siglo I su solar debió de albergar ya un alojamiento de trabajadores de una próxima villa romana.

Se trata, en definitiva, de un raro palimpsesto que se ha reescrito a sí mismo a lo largo de veinte siglos en una remota colina de Carabanchel, en la frontera con Carabanchel Alto y casi contigua al edificio de la cárcel.

De planta rectangular y ábside semicircular unido por sendos tramos rectos a la nave, según práctica legítima de la arquitectura románica, y con elementos parcialmente encubiertos por añadidos exteriores y texturas encaladas ajenas a la fábrica primitiva, el pórtico lateral de acceso, junto con el ábside y la torre serían sus elementos más destacados.

El bellísimo pórtico es el máximo exponente de mudejarismo local de Madrid, con tres arcos rehundidos o abocinados de ladrillo, concéntricos, ondulados y lobulados con enmarcado en alfiz y arranque de un basamento pétreo a modo de zócalo, y ladrillos en esquinilla y a sardinel sobre el tercer arco y parte superior de la "albanega" con una estrecha faja en dientes de sierra.

El ábside, con ventana o hueco central de traza ojival provista de saetera cegada con despiece enjarjado y encuadramiento en rudimentario trance de alfiz, es de traza semicircular con base de mampostería, sucesión superior de paños de mampostería separados por verdugadas de ladrillo y culminación con canecillos de ladrillos en saledizo.

Aunque las fachadas estuvieron encaladas en contradicción con sus primitivas fábricas de ladrillo y mampostería, sus dientes de sierra y el potente contrafuerte de la fachada izquierda acentuaban los aires de cierto ruralismo culto del templo.

La nave está cubierta a dos aguas y apoyada en sendos muros laterales y en macizas y toscas pilastras que la dividen en tres tramos; conserva un primitivo coro con testimonios de un emparrillado de largueros y viguería en la tradición mudéjar, un artesonado, un retablo del XVII y una sacristía, probable adición de la misma centuria.

La torre, quizá la pieza fundamental de la ermita, es maciza, de planta rectangular no muy afín a la tectónica mudéjar de este elemento (generalmente de planta cuadrada u ochavada) y carece de escalera; su ambigüedad de espadaña con huecos abovedados para campanario superior y sus densas fábricas de ladrillo y mampostería confieren una poderosa personalidad al conjunto entre las connotaciones rurales y las referencias cultas.

La restauración y las excavaciones recientes han constatado que el ábside, los pilares y la portada sur datan de la primera mitad del siglo XIII, levantándose sobre materiales romanos de los siglos II y III, procedentes de una villa romana; se han hallado asimismo sepulturas del XVII y restos de pinturas murales.

Hay que mencionar finalmente un anexo y exento cuerpo auxiliar y una escalera metálica de sofisticada y escueta factura industrial adosada a la torre que jalonan la ermita con discretos acentos de pasiva modernidad.

Bibliografía. Libros

AA. VV.: Conservación y restauración del Patrimonio Histórico en la Comunidad de Madrid, Consejería de las Artes, Madrid, 2004, 92-94

AA. VV.: El Islam en tierras cristianas. Los mudéjares. Restauración de la ermita de Santa María la Antigua de Carabanchel, Doce Calles; Consejería de las Artes, Aranjuez; Madrid, 2003

AA. VV.: Madrid. Guía de Arquitectura, Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, Madrid, 1992

CONSERVAR: ___ y restaurar : cuatro años de actuaciones en el patrimonio histórico de la Comunidad de Madrid : [exposición], Consejería de las Artes, Madrid, 2003

GUÍA : ___ de Arquitectura y Urbanismo de Madrid, Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, Madrid, 1984, tomo II

INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL (ESPAÑA): Planos de iglesias, edificios públicos y parcelarios urbanos de la provincia de Madrid en el último tercio del siglo XIX, Comunidad de Madrid; Instituto Geográfico Nacional, Madrid, 1988

DIRECCIÓN GENERAL DE PATRIMONIO HISTÓRICO: El Patrimonio Histórico y la Comunidad de Madrid, Consejería de Educación y Cultura, Madrid, 2002?

MASTER: XIII ___ en restauración arquitectónica. Memoria del curso 2003, Munilla-Lería, Madrid, 2004, 56-68

SÁNCHEZ MOLLEDO, José María: Carabanchel. Un distrito con historia, La Librería, Madrid, 2004

Bibliografía. Artículos de Revista

ERMITA: La ___ es monumento histórico-artístico desde 1981 : la única iglesia mudéjar de Madrid está ocupada por viviendas y oficinas, El País, 13.XII. 1987, 24

LILLO ALEMANY, María Mercedes: Dos iglesias mudéjares madrileñas, Archivo Español de Arte, nº 121, ene.-mar. 1958, 17-19