ARQUITECTURA DE MADRID

Cementerio Sacramental de Santa María y del Hospital General

Fichas tomo 3

Posición en mapa
Fecha
1839
Resumen histórico arquitectonico
Patio de San Dámaso y capilla provisional: José Alejandro Álvarez: 1839 (P) 1840-1848 (O)
2ª capilla: José Arnilla Botello y Atilano Sanz Pérez: 1852 (O). Fachada patio: José Arnilla Botello (a) y Atilano Sanz Pérez (a): 1852 (Fo)
Patio de Nuestra Señora de la Almudena: Joaquín María Vega Mange: 1860 (s.i.)
3ª capilla: Manuel María Muñoz: 1873 (O) y Carlos Bosch Romaña: 1880-1890 (s.i.)
Patio de la Purísima Concepción y 4ª capilla (definitiva): Miguel Mathet Coloma: 1890 (P) 1891-1892 (O), Joaquín de la Concha Alcalde: 1899-1905 (O) y Luis María Cabello Lapiedra: 1905-1920 (O)

Consolidación capilla: Luis María Cabello Lapiedra: 1912 (O) y Julio Martínez-Zapata Rodríguez: 1920 (O). Restauración capilla: Rafael Hidalgo de Caviedes Gómez: 1941 (O). Restauración conjunto: Juan Manuel Paz García y Alfonso Paz García: 2000 (P)

Panteón de la familia Zurro: S.d.c.: ca. 1890 (s.i.)
Panteón de D. Luis Villachica y Rivacoba: José López Sallaberry: 1905 (O)
Sepulcro del General José Fernández Abril: Juan Cristóbal (esc.): 1922 (O)
Tumba de Emilio Mario: S.d.c.: s.i.

Tanatorio Bernardino de Obregón: Juan Manuel Paz García y Alfonso Paz García: 2001 (P)
Protección
No
Descripción formal

La Sacramental de Santa María, bendecida en 1848, se emplazaría a partir de 1840 en el cerro San Dámaso, lugar donde estuviera la ermita del mismo nombre, de miserable construcción y ordenada derribar por el Cardenal Lorenzana en 1791 (finalmente demolida por los franceses).

La idea de levantar aquí una Sacramental surge en 1839, auspiciada por la unión de la Cofradía de Santa María de la Alameda con la del Hospital General, y de ese año son las trazas de José Alejandro Álvarez.

Prestigiado por la Sacramental de San Nicolás, fue elegido en 1842 para la de San Isidro, compendiando con Santa María elementos de su repertorio, especializado en las tipologías de las necrópolis madrileñas del XIX y que, en Santa María, serán de especial monumentalidad, configurando un recinto de planta rectangular y con adición de dos crujías al patio para capilla, vestíbulo, galerías cubiertas y rotonda en los extremos mayores.

El frente principal, en cuya crujía se disponen inicialmente todas las dependencias, sería un destacado conjunto neoclásico flanqueado por dos pabellones y con capilla centrada, cuya fachada se resuelve con cuerpo superior coronado por amplio frontón y sendos remates laterales para campanarios; sobre la entrada, un clásico vano termal de trazas muy medidas evocando la fachada del Oratorio del Caballero de Gracia.

De planta cuadrada, con achaflanados ángulos para el apoyo de una hermosa cúpula con casetones, el presbiterio queda abierto al cuerpo de la capilla a través de un gran arco toral.

El patio de San Dámaso, comenzado en 1840, estaría rodeado en los laterales, exceptuado el espacio de acceso, por galerías de nichos porticadas con falsos arcos escarzanos de estructura adintelada, todo según la libertad del lenguaje clásico de José Alejandro, aunque la realización minimizaría el proyecto.

Fallecido José Alejandro en 1850, continuarán su obra José Arnilla Botello y Atilano Sanz Pérez en su peculiar "estilo grave", realizando en 1852 una segunda capilla para sustituir la provisional de José Alejandro (Manuel María Muñoz levantaría a su vez una tercera capilla, también desaparecida, en 1873).

Sucesivamente se agregarán nuevos patios al de San Dámaso: Nuestra Señora de la Almudena (fechado hacia 1860, obra de Joaquín María Vega y Mange, quien se inspiró en alguna lámina de arquitectura gótica inglesa en oposición al tipo clasicista de las necrópolis madrileñas de mediados del XIX y que llegó a proyectar otra capilla nunca efectuada), Nuestra Señora de la Visitación, Nuestra Señora de los Ángeles, Nuestra Señora de la Purísima y Nuestra Señora de las Ánimas, quedando el patio de San Isidro al borde del actual parque del mismo nombre.

En 1890 se aprueban los planos para la que será capilla definitiva del arquitecto Miguel Mathet Coloma, que sucediera a Carlos Bosch Romeña, concluyéndose en 1892 el patio de la Purísima Concepción.

El templo es considerado una de las más destacadas capillas de los cementerios históricos madrileños: de planta circular, con pequeño aditamento rectangular posterior para sacristía; sobre el cilindro, una gran cúpula peraltada, considerada una de las de mayor diámetro de Madrid, con cubierta de escamas de pizarra y coronada con linterna.

Es un conjunto de volumen neto, esmerada obra de ladrillo y aplicaciones decorativas en tono amarillo, piedra blanca de Colmenar y curiosas ménsulas soportando la cornisa.

De filiación bizantina, como la puerta, el templo fue restaurado por Rafael Hidalgo de Caviedes en 1941, quien reconstruyó la cúpula hundida en la guerra.

Contemporánea de la capilla, y posiblemente de Mathet, pues corresponde al mismo estilo, sería la fachada actual del cementerio: un sencillo arco carpanel sobre pilastras de granito al exterior y, sobre él, cornisa con iguales canecillos, coronado por ático para campanas y rematado con frontón y cruz de hierro.

La fachada interna remite al cuerpo central exterior, conservando el contraste del ladrillo rojo, el amarillo y el blanco de la piedra, y marca el inicio de un tópico y lánguido paseo lineal de cipreses hacia la capilla.

En 1899, el nuevo arquitecto, Joaquín de la Concha Alcalde (autor del panteón de Hombres Ilustres del cementerio de San Isidro), proyecta con afán de cierta modernización algunos de los más recientes patios, uno de ellos con galerías de columnas de hierro, hoy desaparecidas.

Fue sucedido por Luis María Cabello y Lapiedra hacia 1905.

En 1912 se consolida la capilla de Mathet y en 1920 tomará el relevo el arquitecto Martínez- Zapata.

Una reciente restauración (2000) de Manuel y Alfonso Paz concluye el largo periplo de este cementerio en el que destacan los panteones de la familia Zurro (h.

1890), con elegante baldaquino de hierro rematado por aguja calada del tipo de la catedral de Burgos; el de D.

Luis Villachica y Rivacoba (1905) de José López Salaberry, de magistral estereotomía e inspirado en el de los condes de Oñate en el cementerio de San Isidro, de José Segundo de Lema; el más eminente sería quizá el sepulcro del general José Fernández Abril, del escultor Juan Cristóbal (1922), de estética modernista, y el más romántico, en clave orgánico-naturalista, la tumba de Emilio Mario, una lápida en imitación de una rústica agrupación rocosa y fingida vegetación evocadora de un romántico abandono.

Culmina el contexto el reciente tanatorio Bernardino de Obregón, proyectado en 2001 por José Manuel y Alfonso Paz García y adosado a la tapia lateral del viejo cementerio como una caja de cristal en metafórica jaula traslúcida y gélida, en contraste asumido por la sólida austeridad opaca del vallado y con abierta galería a las praderas del Parque de San Isidro.

A su través, por remodelados terrenos en suaves moldeados de las históricas colinas con referencias goyescas y respeto a la iconografía y las tradiciones rituales y populares del lugar, Santa María se integra con la grácil charnela de la ermita de San Isidro, en el conjunto de los cementerios históricos de Carabanchel (junto al de San Isidro y al de San Justo), en bellísima y nostálgica panorámica de una auténtica "ciudad de la muerte" al borde del Manzanares.

Bibliografía. Libros

AA. VV.: Madrid. Guía de Arquitectura, Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, Madrid, 1992

CARRASCO-MUÑOZ DE VERA, Carlos: Cementerios de Madrid, Concejalía de Salud y Servicios Sociales, Madrid, 1984

DÍEZ DE BALDEÓN GARCÍA, Alicia y LÓPEZ MARSÁ, Flora: Historia de la Ciudad Lineal, Concejalía de Relaciones Institucionales y Comunicación, Madrid, 1986

FERNÁNDEZ DE LOS RÍOS, Ángel: Guía de Madrid, Madrid, 1876 (ed. facsmil. Madrid, Ábaco, 1975)

FERNÁNDEZ TALAYA, María Teresa: Rehabilitaciones en Madrid. Ayuntamiento de Madrid, Fundación Caja Madrid, Empresa Municipal de la Vivienda, Empresa Municipal de la Vivienda, Madrid, 2003

GUÍA : ___ de Arquitectura y Urbanismo de Madrid, Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, Madrid, 1984, tomo II

SAGUAR QUER, Carlos: Arquitectura funeraria madrileña del siglo XIX, Ediciones SM, Madrid, 1989

SÁNCHEZ MOLLEDO, José María: Carabanchel. Un distrito con historia, La Librería, Madrid, 2004

Bibliografía. Artículos de Revista

SAGUAR QUER, Carlos: Arquitectura y escultura en el cementerio de la Sacramental de Santa María, Anales del Instituto de Estudios Madrileños, 1997, 101-118

SAGUAR QUER, Carlos: Un Père Lachaise para Madrid. El debate sobre los cementerios en el siglo XIX , Anales del Instituto de Estudios Madrileños, 1998, 59-87