Monasterio de la Concepción Jerónima en El Goloso
Fichas tomo 3
S.d.c.: 1967 (Fo)
El histórico Monasterio de la Concepción Jerónima fue fundado en el siglo XV por Beatriz Galindo, sobre unas casas de su propiedad de la calle Toledo cerca de la plaza de la Cebada.
Destacaba su Iglesia construida en el XVII de la que Madoz decía tenía "planta de cruz latina y bóvedas de estilo gótico en el crucero y en la capilla mayor", donde se hallaba el retablo mayor con los sepulcros de Beatriz Galindo y su marido Francisco Ramírez, aunque fue enterrada en el coro de la iglesia.
El convento fue derribado en 1890 para abrir la calle Duque de Rivas, trasladándose las religiosas a otro edificio entre las calles Lista y Velázquez.
Los sepulcros pasaron a la Casa y Torre de los Lujanes, aunque no el cuerpo de su fundadora, que desde entonces acompaña a la comunidad en su periplo por distintos lugares de Madrid, hasta que se instalaron en El Goloso.
Tras el derribo y venta, por la orden, del viejo monasterio que amenazaba ruina, a mediados del siglo XIX, y de su sucesor, construido en el barrio de Salamanca en la confluencia de las calles de Ortega y Gasset y Velázquez, que recuerda el edificio Beatriz, un siglo después, el mausoleo "viajero" con los restos de Doña Beatriz Galindo, constructora original del Palacio de Viana, se encuentra en la actualidad en la iglesia del convento de la orden de la Concepción Jerónima construido en El Goloso, cerca de Madrid.
En 2006 se trasladan las religiosas a un edificio vecino, bendiciéndose el nuevo monasterio de la Concepción Jerónima, y pasando el convento a ser Residencia de Ancianos.
Este edificio del que tratamos, difícil de ver pues tan solo su torre aparece un instante en la carretera de Colmenar, está al norte de la Universidad Autónoma.
Destaca por la fuerte presencia de su fábrica de ladrillo, coronada por cornisas de hormigón, y con pocos detalles, tan solo los vierteaguas del mismo austero material.
Convento de clausura, que se organiza alrededor de un claustro del que parten desde su cara norte dos brazos laterales asimétricamente dispuestos.
En la esquina suroeste un cuerpo octogonal más alto, cuyo volumen sobresale en diagonal y detrás la torre campanario, donde una escalera conecta con otro claustro-huerto al oeste.
El brazo del Éste recoge un jardín en cuadrícula.
En el Monasterio hay en la actualidad un pequeño número de religiosas entregadas a la vida contemplativa, siguiendo la espiritualidad Jerónima.