Centro Cultural Lucero
Fichas tomo 3
Jaime Pérez Aciego-Mendoza y Paloma Lasso de la Vega Borja: 2000-2003 (P y O)
Próximo al Polideportivo El Olivillo y al Centro Cultural Greco, participa con éste de las impregnaciones minimalistas presentes en Latina.
Se trata de un singular edificio complementado con un segundo inmediato, configurando un conjunto unitario de dos edificios de similar masa pero de excepcionales facturas plásticas antagónicas, singularidad que nos remite a cierta mitología de los edificios duales gemelos.
La ambivalencia de esta yuxtaposición enfrenta un edificio compacto y macizo a otro traslúcido y etéreo, contraposición también presente en la dialéctica unitaria de El Olivillo; el primero opera sutilmente sobre un virtual prisma blanco mediante leves moldeados de las masas, superficies y aristas, y con las modulaciones de sus serenos cerramientos en línea "siziana"; el contrapunto lo pone un segundo prisma que se opone al anterior en espectacular debate formal, desde premisas similares a las que rigen en el Centro Cultural Campamento: un volumen con frías texturas agrisadas y transparentes de sensible y racional traza panelada, por obra de la yuxtaposición modular de planchas metálicas y superficies vítreas, en clara referencia a tecnologías, acabados y experimentalismos plásticos evanescentes donde reflejos, trasparencias y filtros parecen desmaterializar la masa edificatoria según algunas manifestaciones de las arquitecturas japonesas más recientes, al modo de Kazuyo Sejima en el paso al límite del ascetismo minimalista.
Con independencia de la correcta interpretación y adecuación del programa en la dual y ambivalente jerarquía de estas excepcionales edificaciones, debe destacarse la asunción del riesgo del experimento al margen de la superada mitificación de los esquemas funcionalistas, haciendo método del tratamiento de los vacíos contenedores como virtuales soluciones polivalentes, y ello sin contemplar la objetualidad del diseño de las fachadas envolventes, consideradas como "piel" del edificio en "tierra de nadie", en la frontera entre el dentro y el fuera.