ARQUITECTURA DE MADRID

Instituto Nacional de Investigaciones y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA)

Fichas tomo 3

Posición en mapa
Fecha
1941
Otras denominaciones

Antiguo Instituto Forestal de Investigaciones y Experiencias

Resumen histórico arquitectonico
José María García Nájera (ing.): 1941 (P) 1954 (Fo)

Rehabilitación: Juan Manuel Sánchez Gil (a) y Carlos V. Díez Iglesias: 1990-2000 (s.i.)
Protección
No
Descripción formal

El 15 de marzo de 1907 se funda el Instituto Central de Experimentación Técnico-Forestal, adscrito a la Escuela de Ingenieros de Montes de San Lorenzo de El Escorial.

En años sucesivos, diversos reglamentos modificarán denominación, organigrama y encuadramiento en organismos superiores, aunque desde 1922 es ya entidad autónoma que continúa instalada en la Escuela hasta que en 1929 se traslada a un pabellón del Instituto Agrícola Alfonso XII, en la Ciudad Universitaria, lugar desde el que sus talleres, laboratorios y gabinetes desarrollan por toda España un amplio abanico de experiencias, entre ellas las de El Medianil, emplazamiento madrileño en el entorno del puente de San Fernando donde se encontraban las secciones de Entomología y Aguas Continentales.

En 1932 se convierte en Instituto Forestal de Investigaciones y Experiencias (IFIE), dependiente de la Dirección General de Montes, Pesca y Caza del Ministerio de Fomento, pero, arruinada su sede durante la guerra civil, se instala provisionalmente en San Sebastián bajo la dirección del gobierno sublevado de Burgos.

Tras una indeseada itinerancia de posguerra, en 1942 se segregaron del Club de Campo, situado entre la orilla derecha del río Manzanares y la carretera de Castilla, en el sector de Puerta de Hierro limítrofe con El Medianil, por el que tenía uno de sus accesos, 12 hectáreas correspondientes al extremo norte, donde en su día se alzaron el chalet social, las pistas de tenis, el club de hockey, una parte del campo de golf y algunas edificaciones adicionales, también entonces en ruinas.

Vigente desde 1939 otro reglamento y aprobada la construcción el 26 de septiembre de 1941, el Ministerio de Agricultura levantaría allí la nueva sede del IFIE.

Accesible desde la carretera de La Coruña, fue inaugurado el 2 de noviembre de 1954, casi a la par que el cercano Instituto Nacional de Investigaciones Agronómicas del arquitecto José de Azpiroz, que tanta controversia suscitó entre la profesión.

Reorganizado el Centro en cuatro grandes grupos, lo constituirían un edificio principal y otros auxiliares que se van añadiendo en años sucesivos, algunos proyectados por el arquitecto Francisco Riestra, todos rodeados de viveros y plantaciones con múltiples especies forestales de origen español y extranjero.

En 1971 se suprimen el Instituto Nacional de Investigaciones Agronómicas, el IFIE y el Patronato de Biología Animal, fundiéndose en el Instituto Nacional de Investigaciones Agrarias, perteneciente al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación; a partir de 1991 es el actual Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria, ahora en el organigrama del Ministerio de Educación y Ciencia.

El proyecto, firmado por el ingeniero de Montes José María García Nájera, sigue líneas muy semejantes a las presentadas en un organigrama de 1928, con patentes influencias de establecimientos extranjeros similares.

Ante la doble posibilidad de plasmarlas en un conjunto de pabellones aislados, cada uno para una experiencia, o de unificarlas en un solo edificio, se opta por la segunda solución dadas la escasez de suelo, las deficiencias de personal y la situación de penuria económica de posguerra, configurándose los distintos departamentos mediante elementos interiores de separación.

Siguiendo la intemporal tipología del edificio docente, hospitalario, etc., tan presente en los modelos de los años veinte y treinta de la Ciudad Universitaria, su enorme superficie se aglutinó en un gran contenedor en forma de U, formado por el cuerpo de la fachada principal, con tres alturas en la sección central y dos en las laterales, así como por dos naves transversales de mucha mayor longitud e igualmente dos plantas, además de la sótano, a las que se accede por sendas puertas precedidas de escalinata situadas en el eje, similares a los accesos del frente representativo: uno central, muy destacado, y uno secundario en cada testero de las dos alas laterales.

La monotonía de estos inmensos contenedores se palia con el breve engrosamiento de los volúmenes extremos de las naves transversales y el de los cuerpos que albergan los núcleos de comunicación, a la par que con la segmentación del espacio interior y la superficie exterior por los propios elementos estructurales y la combinación de materiales, recreando fuera un entramado cartesiano y lineal de austera ornamentación a base de muros de fábrica de ladrillo visto y zócalo de sillería de granito, empleada asimismo en impostas, marcaje de esquinas y recercado de huecos (ordinaria o pulimentada según su representatividad).

El interior se fragmenta también en secuencias mediante una estructura prominente de pilares y vigas de hormigón armado con un entrecruzamiento de nervios en el forjado que buscaba economizar el escaso hierro de la época.

Estructurado en tres crujías, amplios e interminables pasillos centrales cuyo fondo se abre al paisaje se flanquean con dos bandas laterales de distintas dependencias, destacando la biblioteca en planta principal o el museo y el salón de conferencias en planta baja, éste en el eje del acceso tras el vestíbulo central, marcado en la fachada posterior por un cuerpo saliente y el expresivo gesto de un representativo hueco-mirador en arco termal.

De gran interés es el bellísimo patio, recoleto y diseñado ámbito que se extiende, como vector en fuga, hacia el fondo vegetal natural y repite en sus frentes la secuencia del trazado general con los accesos remarcados.

Hay que mencionar finalmente la cubierta de madera, la hermosa y sobria decoración y el esmerado diseño del mobiliario y de elementos como las luminarias, la escalera, las puertas, las vidrieras de la Casa Maumejean, etc., que convierten el edificio en un conjunto único y muy bien conservado.

De clara estirpe funcionalista, aúna los ecos de un racionalismo de preguerra y los modelos imperiales marcados por el nuevo Régimen, mucho más aminorados aquí que en el edificio de Azpiroz, quizá por su presencia en una recóndita ubicación y su hálito "ingenieril", que lo han convertido en una construcción ignorada y casi inédita para la "inteligencia" arquitectónica, la crítica y la historiografía, pese a ser uno de las más notables de su tiempo, cómplice de una modernidad recuperada y emblema de una transición arquitectónica sin traumas entre un reciente pasado progresista y el revisionismo del lenguaje dominante.

Bibliografía. Libros

ELORRIETA, Octavio: El Instituto Forestal de Investigaciones y Experiencias, [s. n.], [s. l.], [s. a.]

GUÍA : ___ de Arquitectura y Urbanismo de Madrid, Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, Madrid, 1984, tomo II

RÍO, Ángel del: Club de Campo Villa de Madrid. La frontera verde, Grupo Támesis, Madrid, 1993

Bibliografía. Artículos de Revista

DECRETO: ___de 26 de septiembre de 1941 por el que se aprueba la construcción del edificio destinado a Instituto Forestal de Investigaciones y Experiencias, Boletín Oficial del Estado, 26.X. 1941, 8348

ESPEJEL, J. A. y JAÉN, M. H.: El monte de El Pardo. Notas para la elaboración de un plan director de coordinación de áreas naturales y espacios de ocio de la provincia de Madrid, Arquitectura, nº 206, 207, 2º cuatrimestre 1977, 74-78

INAUGURACIÓN: ___ del nuevo edificio del Instituto Forestal de Investigaciones y Experiencias, Montes. Publicación de los Ingenieros de Montes, nº 60, nov.-dic. 1954, 445-453

INAUGURACIÓN: ___ del nuevo edificio del Instituto Forestal de Investigaciones y Experiencias de España, Montes. Publicación de los Ingenieros de Montes, nº 59, sep.-oct. 1954, 382

JEFE: El ___ del Estado inauguró ayer el Instituto Forestal de Investigaciones, ABC, 3.XI. 1954, 25-26

NAVASCUÉS, César de: La Casa de Campo, casa de todos, Villa de Madrid, nº 31, ene. 1971, 32-38

SESIONES: Las ... de crítica de arquitectura [Casa de Campo en Madrid], Arquitectura, nº 57, sep. 1963, 32-45

VALENZUELA RUBIO, Manuel: Segregación y cambio funcional en un espacio forestal suburbano (El Pardo), Anales del Instituto de Estudios Madrileños, 1975, 27-63