Viviendas de realojo para el IVIMA en Peñagrande

Diego Cano Pintos, Enrique José Martínez de Angulo y José María Montes Díaz-Guardia: 1º fase: 1982 (P) 1986 (O)

Claro y potente volumen cúbico de vibrante ladrillo sin junta y bien aplantillado, quizá heredero de un ultimo racionalismo madrileño en su ritmo, bien ejecutado y que optimiza las distancias de su posición urbana con llenos y vacíos de modulación estricta.

Dos edificios a los calles densas; dos volúmenes compactos de fuertes claroscuros producidos por los vuelos envolventes y muy controlados de algunas terrazas, y donde se observa una experta y cuidada puesta en obra y algunos bellos mecanismos de abstracción propios de un conocimiento sabio de ciertas apetencias por el espacio exterior de la vivienda.

Se controlan los cierres aleatorios de estos exteriores de las viviendas con un lienzo de fachada inexpugnable.

Dos bloques paralelos de volumen compacto de profundos y grandes vacíos producidos por los vuelos envueltos y muy controlados de algunas terrazas frente al plano de fondo.

Geométricamente medida y racionalizada, la organización traduce al exterior la modulación que introducen los patios, con llenos y vacíos de terrazas, en un programa de viviendas de tres tipos agrupadas entorno a tres núcleos de comunicación.

GUÍA: ___, Arquitectura, nº 270, ene.-feb. 1988, 12-15