Sede para la Dirección de Material Rodante de RENFE

El proyecto que había resultado ganador en un concurso se modifica radicalmente antes de la obra, para englobar un antiguo almacén, todo ello dentro del ámbito del apeadero de Fuencarral, obra de Antonio Cabezón.

El trabajo queda sometido a plazos de redacción y ejecución muy cortos y a la simultánea utilización de parte del edificio durante la obra.

A pesar de los cambios de proyecto, se mantienen los criterios de la propuesta basados en la creación de espacios topológica y constructivamente capaces de flexibilizar su respuesta ante usos indeterminados.

El edificio asume la edificación existente con enorme naturalidad, añadiendo volumen en altura y en cuerpos servidores segregados y muestra, sutilmente mediante el tratamiento del lienzo de revestimiento, las condiciones de la simbiosis.

El volumen compacto y mudo se expresa indicando sin estridencias, accesos, escaleras de emergencia o escalonados de cubiertas.

La decisión de sacar fuera de la nave principal el núcleo de comunicación vertical, juega a favor de la diafanidad estricta del espacio de trabajo.

En el interior, el hueco de forjado entre las dos plantas nuevas, motivado por la necesidad de sobrecargar menos los soportes centrales del edificio anterior, rememora espacios paradigmáticos de grandes espacios de oficinas- patio.

El tratamiento de huecos modifica, en las plantas bajas, los del edificio anterior y llega al muro completamente acristalado en las plantas superiores, dejando ver al exterior la organización de los nuevos espacios.

El lenguaje y sistema constructivo utilizado, tanto en los cerramientos como en los acabados interiores, pone de manifiesto, no sólo la eficacia de ejecución, sino la confianza en su propia capacidad para configurar el espacio arquitectónico.

El atractivo paisaje de construcciones ferroviarias que rodea a la sede potencia el particular acierto de este edificio de aspecto terso y brillante, sabiamente compuesto y rigurosamente ejecutado, confirmando lo que, aunque sabido, escasea construido: que la arquitectura contemporánea ajena a concesiones y modas, es la única vía plausible de intervención en la ciudad.

Ha recibido el Premio COAM de Arquitectura 1991-1992 y el Premio Ayuntamiento de Madrid dentro de la categoría de edificios o conjuntos restaurados o rehabilitados del año 1991.