Promociones de la EMVs en el P.A.U. de Sanchinarro

De particular interés es el gran número de promociones de la Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo en este P.A.U.

Durante el año 2001 se tramita un Plan Especial de Mejora del Medio Ambiente Urbano en Unidades, para dar respuesta a algunos de los concursos de ideas promovidos por la EMVs Las primeras viviendas fueron encargadas en 2002.

Este es uno de los escenarios en los que los estudios de arquitectura extranjeros, convocados con el compromiso de favorecer la experimentación, han dado lugar a ejemplos ya paradigmáticos, que están funcionando como motor de la arquitectura contemporánea madrileña.

La mayoría de los anteproyectos de las promociones de la EMVs se conocen por publicaciones, pero sólo algunos están ya construidos.

En el borde sureste de Sanchinarro sobre una parcela alargada y en pendiente se dispone una sucesión de cinco promociones de dispar aspecto y lenguaje.

En tipología de doble bloque paralelo con patio alargado interior, desde el punto más elevado, las obras se suscriben sucesivamente por Nuria Ramos, Francisco Rollán, Carlos Rubio/Enrique Álvarez-Sala, Carlos Lamela y Eva Aldeanueva.

La actuación de Rubio/Álvarez- Sala y la de Lamela son sin duda las que presentan un lenguaje más afín, en edificaciones de gran corrección y escaso afán de protagonismo.

Entre los que se sitúan en las proximidades del ya convertido en foco principal de Sanchinarro, el bloque vertical de MVRDV/ Blanca Lleó -al menos en tanto no se termine el segundo de este mismo equipo-, hay una serie de promociones de calidad.

Ochoa, Olmos y Medina han construido un bloque de factura clásica que se adentra en un intento de fragmentar volúmenes para cualificar y pormenorizar espacios y recorridos.

En su parcela gemela se espera la propuesta de la mano de Carrilho da Graça, Lobo y Velasco cuyo proyecto ha sido objeto de modificaciones.

El imponente volumen en construcción de Garrido y Burgos propone una planta en helicoide que va incrementando su altura hasta convertir uno de sus extremos en una torre, cuyo acertado acabado de fachada de paneles prefabricados de hormigón ranurado, gris oscuro al exterior y crema al interior, así como los ritmos de ventanas, acentúan la potencia de la propuesta y la idea generadora del volumen como un sólido plegado que no pierde continuidad.

Se consigue con este ejemplo controlar la orientación de las viviendas, atender a la variedad de tipos o crear un espacio privado pero abierto al exterior, en suma sacar partido a la difícil ordenanza de manzana cerrada.

A todos ellos hay que reconocerles el valor de mantener magníficamente su entidad a pesar de encontrase en la órbita del edificio de MVRDV/Lleó, cuya presencia tan excepcional en todos los sentidos, fácilmente eclipsaría a quienes tiene próximos.

No es exagerado afirmar que la arquitectura del P.A.U.

de Sanchinarro ha cambiado de significado por la presencia de este hito, pero también es cierto que en los ejemplos comentados, el pulso se mantiene y la tensión que genera la superposición de tipos tan diversos, eleva el nivel del resultado global.