P.A.U. de Las Tablas

El Plan de Actuación Urbanística II-3 de Las Tablas en Fuencarral, entre la M-40, la A-1 y las vías del ferrocarril Madrid-Burgos, con dos grandes áreas ya edificadas al noroeste y sureste, es una operación cuya aparente falta de lógica en algunas de sus decisiones de trazado, solo puede responder al poder económico de los inversores o a compromisos anteriores al diseño.

Es la conexión con el Distrito C de Centro y el Metropolitano al otro lado de la M-40, hacia donde distribuye toda una red viaria de primer orden con bulevar central, que atraviesa tres áreas de vivienda conformadas por grandes avenidas y manzanas de parcelas de vivienda de forma regular.

Continuo de bloques de no siempre las mejores hechuras, arquitectura banal; manzanas fracturadas por el cruce de Norte a Sur y diagonal de la avenida del Camino de Santiago e inducidas a girar por topografías que se construyen con aportes de tierras que apenas salvaguardan puntualmente restos de edificaciones existentes, como el Palomar de la calle Capiscol.

En un posible itinerario veloz de piezas de arquitectura contemporánea desde el gran conjunto de los edificios alto-tecnológicos de Telefónica, hacia esta nueva arquitectura doméstica, pasando por los grandes conjuntos religiosos de Fisac en la carretera de Burgos, ejemplos de una época ya heroica, sólo queda esperar que sorpresas por venir puedan asignarle algún sentido en el futuro.

Entre este furor edificatorio que crea exnovo un barrio de 9.800 viviendas, son de destacar dos ejemplos.

A ambos lados del bulevar del Camino de Santiago, desde las cuatro fachadas curvas de la Glorieta del Monte del Gozo, uno es el conjunto de vivienda colectiva singularizado por sus gradaciones volumétricas y cromáticas que realiza el Estudio Lamela.

Sobre dos calles perpendiculares, cuatro manzanas formadas cada una por cuatro bloques abiertos independientes de viviendas pasantes de seis alturas alineados a sus respectivas calles, cuya fachada al exterior maneja un lenguaje abstracto de bandas horizontales, mientras al interior huecos únicos, pieles y ligeras modificaciones en las dos plantas superiores colaboran en la resolución de las esquinas de áticos con terrazas.

En el cruce de Santiago de Compostela y Santo Domingo de Silos está la promoción realizada por Herrada y Maíz, de hormigón prefabricado con volúmenes acristalados envueltos en paneles móviles de láminas de madera, que actúa disponiendo sobre el borde de la parcela curvilínea bloques de vivienda lineal a dos fachadas asimétricas, generando una plaza central, visualmente permeable.

Destaca un lenguaje constructivo que intenta escapar a las limitaciones que suele imponer la realidad nacional.

Transparencias y texturas matizadas según su situación y singularidades que marcan los accesos, forman un conjunto de un estricto y cuidado lenguaje formal que facilita la transmisión de las ideas que maneja.